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Un café en Buenos Aires con el editor Damián Blas Vives

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Por: Pablo Di Marco / Argentina


Conocí a Damián Blas Vives el año pasado en un almuerzo en casa de un amigo. Pese a que Damián estaba sentaba sentado en la otra punta de una mesa larga, no tardé en darme cuenta que debía estar atento a cada palabra que decía. Recomendaciones de novelas, comentarios sobre escritores, algún próximo recital de jazz, su experiencia tras años de trabajo en la Biblioteca Nacional… Cada comentario suyo despertaba mi interés. Así que a la hora de los postres me acerqué a Damián y le propuse entrevistarlo “en algún momento del año que viene”. Por suerte me dijo que sí, y varios meses después acá estamos, dispuestos a saldar aquella deuda.


—Coordinás el Centro de Narrativa Policial “H. Bustos Domecq” en la Biblioteca Nacional Argentina. ¿Por qué creés que parte del mundillo literario argentino menospreció por años al género policial?

Mirá, si tenemos en cuenta que el jurista Luis V. Varela—bajo el seudónimo de Raúl Waleis— escribió La huella del crimen, la primera novela policial hispanoamericana o “novela jurídica original” como la llamó él, en 1877, diez años antes de que Conan Doyle le diera vida a Sherlock Holmes, que tipos como Paul Groussac o Victor Juan Guillot tomaron el guante en una tradición que pasó tanto por Borges y Bioy Casares como por Arlt—sin contar engendros como El paraguas misterioso—, que Cortázar era un lector de género, que incluso Sabato escribió novela de crímenes, que Rodolfo Walsh hizo lo que hizo, que Piglia revalorizó y nos enseñó a decodificar el género, que buena parte de nuestra historieta nacional más lograda fue y es de género negro, que tuvimos a Soriano y que hoy en día tenés produciendo a tipos como Orsi, Mallo, Oyola, Kike Ferrari, Mattio, Carrá y Convertini… al gran Sasturain—un padrino de lujo para el género—, a minas como Alicia Plante, Krimer, Piñeiro, Gabi Cabezón, Almeida y tantísimas otras… en fin, siendo que nuestras ficciones, crónicas e historia están tan profundamente marcadas por la narrativa de frontera, de anomia, criminal y negra, solo puede atribuirse el menosprecio que mencionás a una mala lectura típica de tilingos, como bien decís o, tal vez, a una estrategia de prensa subterránea en la que coinciden el poder de convocatoria del guilty pleasure con la banalización a través de la negación de profundidad de un “género menor” que en realidad, hablando del crimen, interpela el Derecho y, por lo tanto, a la estructura misma del Estado.


—No me gustan las oraciones muy largas, pero creo que te mandaste una oración de veinte renglones que es una clase de historia del género policial argentino. Brillante, Damián. Cambiemos de tema. Decime, ¿cuántos años hace que trabajás en la Biblioteca Nacional?

Van dos décadas ya. Justo hace unos días el actual director Alberto Manguel me felicitaba por la tenacidad… Entré repartiendo diarios en la plaza del lector, de ahí pasé al Centro de Investigaciones, luego al departamento de Producción de Bienes y Servicios Culturales en donde fui redactor de la revista de la Biblioteca e hice producción y conducción radial, etc. En algún momento, junto al escritor Daniel Sorín, armamos la revista virtual literaria de la Biblioteca y, a fuerza de sumar proyectos e iniciativas, terminé dirigiendo el Programa de Literatura de la institución. Hoy, como mencionaste, Coordino el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq.


—Sé que mi pregunta es difícil de responder en pocas líneas, pero me gustaría que me cuentes qué momento vive hoy la Biblioteca. Imagino que un período de cambios bruscos. ¿Intuís que son para mejor?

En general, cada administración comienza a pensar la Biblioteca de cero, creo que es una particularidad de las instituciones de nuestro país. La nueva administración rescata algún que otro resquicio o programa, pero cada dirección quiere dejar su impronta en la carta de navegación del organismo en cuestión. Esto, de por sí no es ni bueno ni malo, cada administración tiene aciertos y desaciertos, pero orgánicamente acumulamos más comienzos que llegadas a destino. Esto ralentiza el crecimiento. Como país somos como una aerolínea distópica de lujo, cuyos aviones no terminan de despegar o quedan a mitad de camino.


—Y los pasajeros no son solo los lectores sino también muchos empleados de la Biblioteca

En medio estamos los funcionarios de carrera. Los más “listillos” suelen tener los mejores sueldos y avanzan abúlicamente sin tropiezos en una carrera a la nada que culmina con una buena jubilación; los más apasionados, los que lo hacemos por vocación —que por suerte somos más de los que la gente intuye— quedamos inmersos en un bucle quijotesco y pendular que nos lleva, en cada administración, de la euforia a la melancolía y viceversa. Si bien morimos más jóvenes, no creo que sea en vano. La red de pasiones es la que sostiene al país en cada colapso.


—Tiempo atrás llevaste adelante un proyecto que consistía en acercar textos y escritores a las cárceles. Contame sobre esa experiencia.

Mirá, ese proyecto tiene que ver con un convencimiento personal de que la literatura y la cultura en general, si no son utilizadas para interpelar nuestra realidad, entenderla y transformarla, se convierten en un mero ritual onanista. Luego de leer parte de la producción literaria de algunos reclusos y viendo que cada taller dependía más de un acuerdo endeble entre una universidad o asociación civil y una penitenciaría, se me ocurrió plantearle al director de ese momento, la posibilidad de generar un espacio desde donde hacer una red nacional con cada organismo que tuviera un taller en funcionamiento, nuclearlos a todos para generar un espacio de contención para los reclusos, para más adelante editarlos y vincularlos a las familias de escritores, y finalmente reinsertarlos en la sociedad con una red simbólica que los amparase, pero sobre todo, crear un espacio desde el cual, los organizadores de los talleres pudieran ponerse en contacto para generar un proyecto de ley que cambiase dádivas por derechos para las personas privadas de libertad. Convocamos a la gente de letras de la U.B.A., que lleva mucho tiempo con un programa en marcha dirigido por Juan Pablo Parchuc, y organizamos los dos primeros Encuentros Nacionales de Escritura en la Cárcel.



Con respecto al amiguismo, buena parte de los sellos editoriales independientes surgen de grupos de escritores que desean legitimación, por lo que se editan entre sí, ampliando su círculo de referencia con el paso del tiempo. 
Damián Blas Vives
Damián Blas Vives

—Tan sencillo de explicar como complejo de llevar a cabo, ¿no?

En el segundo encuentro entendí que sumar voluntades, aunque se compartan objetivos, no es soplar y hacer botellas. Los sectores desatendidos necesitan un espacio de reflexión, catarsis y sanación que la gestión cultural institucional, dependiente de las oleadas políticas, difícilmente pueda sostener en el tiempo. Desaparecido el Programa de Literatura de la Biblioteca Nacional, el Departamento de Letras de la U.B.A. continúa con el Encuentro año a año. Ojalá en algún punto esos encuentros nacionales sirvan para transformar la realidad de los necesitados, entre tanto nos queda el honor de haber dado el puntapié inicial.


—Quisiera charlar un poco con el Damián editor. El mundo de los libros a veces pareciera vivir a espaldas al resto del mundo. Tantos amigos que reseñan a amigos, y tantos editores desinteresados por descubrir a nuevos autores han creado un gueto en el que no siempre publican los mejores sino los expertos en relaciones públicas. ¿Me equivoco mucho?

Mirá, en principio hacés una descripción general bastante apocalíptica. Uno no escapa del statu quo, trata de sobrevivirlo. Yo creo que tu descripción tiene que ver más con el tamaño minúsculo de nuestro mercado, que supo incluir la España franquista y buena parte de América Latina y que ahora se circunscribe a los lectores nacionales, que son pocos, no porque no se lea sino porque somos un mercado pequeño de por sí —aunque, evidentemente haríamos más negocio vendiendo licuadoras o televisores que libros—. El circuito que está instalado es que la editorial independiente da a conocer al nuevo escritor y el grupo editorial lo capta cuando éste logra cierta trascendencia. La novedad es la migración del escritor reconocido que no logra ingresar al top ten de relevancia en ventas de la macro editorial, de nuevo al circuito independiente. Esto tiene que ver con el cuidado y la exposición que debe lograr el sello independiente con cada producto para sobrevivir, en contraposición con la sobreoferta de las multinacionales. Con respecto al amiguismo, buena parte de los sellos editoriales independientes surgen de grupos de escritores que desean legitimación, por lo que se editan entre sí, ampliando su círculo de referencia con el paso del tiempo.


—Es interesantísimo lo que decís, Damián. Pero no puedo dejar de potenciar mi visión no sé si apocalíptica, pero sí entre crítica y escéptica. Vos, como fundador de Evaristo editorial, ¿cómo hacés para escapar de lo que venimos hablando?

En contraposición, en Evaristo no nos interesa autopublicarnos, sino que salimos a la búsqueda de los libros que nos gustaría leer, y en ese camino matizamos el catálogo con los libros que nos gustan y sabemos que pueden funcionar muy bien, y los que nos gustan pero entendemos que no son apuestas fáciles, tratando de mantener un equilibrio que nos permita seguir publicando ambos. Las dos formas de editar culminan en el nacimiento de los nuevos talentos, somos salas de parto igual de efectivas pero con diferente instrumental.


—La semana que viene recibo en casa a un par de amigos españoles que quieren ponerse al tanto de en qué anda la literatura contemporánea argentina. ¿Qué libros de qué autores les recomiendo, Damián?

Como librero —antes de entrar en la Biblioteca fui librero y cada vez que el hambre llamó a la puerta volví al ruedo— tengo que decir que me faltan datos para recomendar con eficacia, por ahí uno de los invitados es lector apasionado de Stephen King y el otro de Thomas Mann. A mí me gustan ambos, pero la recomendación sería diferente para cada uno de ellos. Asumiendo que son lectores omnívoros les recomendaría Shunga de Martín Sancia Kawamichi, no porque lo haya editado yo, sino porque creo que es una de las mejores novelas nacionales de los últimos años.


—Te haré caso y les recomendaré Shunga. Y de paso también lo leeré yo. ¿Quién más?

Si fueran lectores informados de nuestra tradición literaria les recomendaría que no dejasen pasar Era el cielo de Sergio Bizzio, que ya tiene unos años pero es una novela perfecta.


—Esperá que lo anoto: Era el cielo de Sergio Bizzio. ¿Qué más?

Los accidentes de Camila Fabbri. En género fantástico tenés El rey de los espinos de Marcelo Figueras, Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enríquez, La habitación del presidente de Romero, Las esferas invisibles de Muzzio. En género negro Que de lejos parecen moscas, de Ferrari, Chamamé de Oyola, Tres veces Luz de Mattio, La tensión del umbral de Eugenia Almeida, Cruz, de Nicolás Ferraro. Estamos en un buen momento y no dije nada de la poesía, el teatro, la historieta...


—Me diste un buen panorama, Damián. Avisame cuando vuelvas a trabajar de librero que acá vas a tener a un buen cliente. Ahora vamos con la última: te regalo la posibilidad de invitar a tomar un café a cualquier artista de cualquier época. Contame quién sería, a qué bar lo llevarías, y qué pregunta le harías.

Ufff, con un amigo escritor siempre fantaseábamos con armar una “mesa de los galanes” con personalidades de diferentes épocas —artistas y no—. El tema es que a algunos de los más admirados preferiría no conocerlos para no desilusionarme, porque deben haber sido personalidades complejas. Mozart o Miles Davis, por ejemplo, o Van Gogh… Igual son muchos. Vivos y muertos: Malcom X, Alfred Hitchcock, Kobo Abe, Gil Scott Heron, Alan Moore, Frank Zappa, Kenji Mizoguchi, China Mieville, W. B. Yeats, Oscar Wilde, Kublai Khan, Simenon, Stephen King, Dino Buzzatti, Giordano Bruno, Margaret Atwood, Yukio Mishima, Joseph Campbell, Marguerite Yourcenar, Auden, Milorad Pavic, Pessoa, Yasutaka Tsutsui, John Carpenter, Mujica Láinez


—Esperá un poco, me estás tirando tantos nombres que más que en un café nos vamos a tener que encontrar en la cancha de River.

También me divertiría tomar un café con Perón para que me cuente su opinión acerca de algunos temas; o con Aristóteles Onassis, para ver si me enseña a pensar el dinero, cosa que nunca aprendí a hacer. Pero, más que artistas o celebridades, me gustaría tomar un café con mi abuelo materno, que fue como mi segundo padre pero murió cuando yo era muy pibe; para conocernos ambos de adultos. El encuentro debería ser en algún bodegón de los viejos y una pregunta obligada sería: En confianza, ¿Qué onda el otro lado del espejo?

Damián Blas Vives
Damián Blas Vives



Pablo Hernán Di Marco

* Pablo Hernán Di Marco.

Desde Buenos Aires trabaja vía internet en la corrección de estilo de cuentos y novelas. Autor de las novelas Las horas derramadas, Tríptico del desamparo y Espiral. Colaborador de la editorial Ojo de Poeta y columnista de la revista cultural Libros & Letras. Leer más AQUÍ

Síguelo en Facebook: pablohernan.dimarco

Rincón del poeta. Agotada, regreso de la noche de Lizbeth León

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Rincón del poeta. Agotada, regreso de la noche de Lizbeth León

Agotada, regreso de la noche


Por: Lizbeth León

Popayán/Colombia


Agotada, regreso de la noche
Agotada y renovada por la luz del día nuevo,
por todos tus besos que se me fueron escurriendo por el cuerpo
hasta hacerme una mujer de barro por tus manos moldeada.

Y las bondades de la tierra me concedieron flores,
ramas y pájaros que me crecieron por las manos y las piernas,
la savia de la vida me invadió adentro en el plexo solar,
me hizo latir a golpetazos toda la existencia,
me dejó así vestida del follaje nuevo bajo tu lluvia,
me hizo hundir las raíces hasta el mismo ardiente núcleo de la tierra
y encenderme toda de los cantos y arrullos de la mañana.



Sobre Lizbeth León 

            

Lizbeth León tiene 36 años, vive en Popayán. Estudió trabajo social y es docente universitaria. Le escribir poesías y cuentos, volar cuando escribe y cuando lee.

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Sobre gestión editorial y bibliotecas se hablará en el Encuentro regional de visibilidad que se realizará en la UNAB

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Sobre gestión editorial y bibliotecas se hablará en el Encuentro regional de visibilidad que se realizará en la UNAB


La Universidad Autónoma de Bucaramanga realizará el 31 de mayo y 1 de junio, el primer Encuentro Regional de Visibilidad en la región, el cual reunirá a expertos de la gestión editorial y bibliotecaria.


La UNAB será sede, durante dos días, del primer “Encuentro regional de visibilidad: gestión editorial y de bibliotecas”, en donde se darán cita expertos en la producción de revistas científicas, modelos digitales de divulgación, repositorios digitales y temas afines, quienes vendrán a compartir sus experiencias y conocimientos. El evento cuenta con el apoyo de la firma de soluciones de información, Biteca.

El invitado internacional será Orlando Gregorio Chaviano, doctor en Comunicación, experto en bibliometría y cibermetría, evaluación científica, gestión de la información y del conocimiento, recuperación de información y búsquedas, y revistas electrónicas. A él se unirán Manuel Manrique, director de Cuentas en Dirty Kitchen, Carolina Botero, experta en derechos de autor y Carlos Hernández, editor de la revista Biomédica de la Universidad de Antioquia, entre otros.

En ese espacio “los expertos disertarán sobre cómo visibilizar la gestión de conocimiento desde diferentes perspectivas: modelos digitales de divulgación, comunicación para la ciencia, gestión en la edición de revistas indexadas, el uso del Open Journal System, los códigos de identificación, DOI, uso de google analytics y otras mediciones, repositorios, así como los derecho de autor en nuevos entornos tecnológicos. Han sido convocadas las Instituciones de Educación Superior de la región, que se llevará a cabo por primera vez en la región”, explicó Lucía Ramírez, coordinadora de Tráfico y Publicaciones de la Dirección de Comunicación Organizacional de la UNAB.

La comunidad editorial y bibliotecaria de la región, así como profesores e investigadores, podrán participar de las conferencias programadas sin ningún costo, registrándose en el siguiente enlace.

El Encuentro será también el escenario para el lanzamiento del proyecto “Comunicación para la Ciencia”, que tiene el objetivo de sensibilizar a la comunidad académica sobre la importancia de poner en común, de dar a conocer al público especializado y público en general, la producción de la gestión de conocimiento de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.

Conozca la programación completa y temas de las conferencias en este enlace.

Sobre gestión editorial y bibliotecas se hablará en el Encuentro regional de visibilidad que se realizará en la UNAB

Reseña del libro La casa de la Almedina de Alfonso Berlanga Reyes

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Por: José Antonio Santano


Un poemario que aúna estética y ética, que bebe de la más grande tradición poética universal para expresar con un estilo inconfundible en la voz de Berlanga tanto la cotidianidad como la profunda reflexión que va de la metafísica a la filosofía, incluso de la mística cristiana a la sufí.


Ocurre con frecuencia que cuanto más cerca tenemos las cosas menos las valoramos. Es inexplicable, o tal vez no, que todo se trate de esa enfermedad tan española de despreciar lo nuestro, de ser incapaces de reconocer la valía de las cosas materiales y de las personas que nos rodean, consecuencia de ese defecto tan español también que es la envidia, amén de otro que campea a sus anchas como es la falta de curiosidad, que deviene en ignorancia supina. Y claro, cuando todo esto lo mezclamos en la coctelera de la vida el resultado es una bomba de relojería que en cualquier momento nos puede estallar sin más.

El abandono del pensamiento y las ideas, desentenderse de lo que es natural y nos afecta a todos como seres humanos no puede traer sino terribles consecuencias. Por ello un simple libro puede ser a veces nuestra salvación, si no definitiva, sí temporal, devolviéndonos así de nuevo la esperanza en la capacidad del hombre para transformar el mundo. Y exactamente eso ocurre cuando cae en nuestras manos un libro como La casa de la Almedina, de Alfonso Berlanga Reyes. Un poemario que aúna estética y ética, que bebe de la más grande tradición poética universal para expresar con un estilo inconfundible en la voz de Berlanga tanto la cotidianidad como la profunda reflexión que va de la metafísica a la filosofía, incluso de la mística cristiana a la sufí. Estética y ética, porque la poesía es belleza en sí misma, «conocimiento en tanto percepción de emociones vivida de modo particular», como así dijera Carlos Bousoño; también ética como actitud ante la vida y los comportamientos humanos, discernimiento entre los conceptos antagónicos del bien y el mal.


Reseña del libro La casa de la Almedina de Alfonso Berlanga Reyes



Con la sabiduría que le caracteriza Berlanga ha construido un discurso de belleza indiscutible, con multitud de imágenes, rítmico, con métrica de versos de arte mayor en los poemas más destacables y un estilo propio que lo diferencia y distancia, afortunadamente, de las corrientes estéticas actuales   

La casa de la Almedina corrobora una vez más (Berlanga ya lo hizo en su anterior poemario Son aymara) la fuerza de la palabra como único sostén de la poesía, sin olvidar que su máxima expresión se complementa con su preocupación por lo social, por todo cuanto toca la vida del hombre en la tierra.

Berlanga es un poeta grande, de largo recorrido, que usa un léxico portentoso y diamantino, y su poesía, por tanto, extraordinariamente bella y lumínica, como el barrio de la Almedina representado en este poemario. Con la sabiduría que le caracteriza Berlanga ha construido un discurso de belleza indiscutible, con multitud de imágenes, rítmico, con métrica de versos de arte mayor en los poemas más destacables y un estilo propio que lo diferencia y distancia, afortunadamente, de las corrientes estéticas actuales.

La casa de la Almedina está compuesto de tres partes o bloques y una adenda. En la primera parte, “Almedina de luz” (dedicada a la memoria de Jesús Bustos, que fuera maestro y amigo del autor), el poeta fija su mirada en el propio barrio de la Almedina: sus calles, sus gitanos, su Alcazaba, su luz y sus realidades (pateros, refugiados, prostitución), su Almedina ya, como así lo expresa en estos versos:

«Yo, Almedina, estirpe de canción y morería,

profundo relicario de amor y desventura,

reguero de silencios en dormidas terrazas,

mástil de mil conquistas y tules de Damasco,

esotérica imagen de tantas otredades,

desnutrido silencio que escapa sinuoso,

maldigo a quien se mofa de mi impúdica cara

y a quien sueña en mi nombre su esperpéntica risa». 



Alfonso Berlanga Reyes
Alfonso Berlanga Reyes. Fotografía tomada del perfil de Facebook de autor


Pero si hay un poema determinante y contundente en verso alejandrino es, sin lugar a duda alguna, el que titula “Se fue por el camino de la noche”, que dedica a su maestro Jesús Bustos, in memoriam. Es tal el dolor del poeta que, no puede sino crear en su máxima expresión, los versos más bellos y sabios, también los más amargos:



«¡Cuánto dolor tu ausencia, tus ojos luminosos,

tu estar tranquilo y dócil a pesar de los años,

tu magnánima sombra cobijando mis sueños!



No podré ya contigo compartir mis fracasos

ni los dulces paseos de palmeras y espumas,

torceré mis silencios en un mundo de absurdos

y me uniré contigo por la noche infinita».



De la segunda parte La casa de la Almedina destacaría el poema “Zaguán”, en él Berlanga nos muestra ese otro rostro de la casa en su abisal soledad, las sombras que la habitan en el transcurrir del tiempo:



«Aterido en su soledad queda el zaguán

como la casa herida y soterrada

soñando despertares de azucenas

y trinos lucernarios que de otra voz expiran».



De la “Almedina de ausencias”, tercera parte del libro, fluye el amor a borbotones, vivir la ausencia de la amada y la espera de su regreso originan en el poeta una continua desazón, creciente desaliento, como el que expresa así:



«Sin tu presencia vencida está la casa,

turbia de pensamientos

y de rostros ateridos,

de palabra sin esencias,

de la luz que se escapa por la altura

y del amor que, ausente tú, no existe».





Pero no es verdad que no exista el amor, todo lo contrario, pervive en el poeta y el hombre y así lo declara abiertamente:



«Te quiero en la totalidad de mi existencia oscura,

en todo lo que vive en mi mundo encallado,

en la fragilidad perenne que en tu ausencia es olvido».



En la Adenda, dos personajes, Paco (el tapicero) y Lola (la gatuna) resumen la vida de los habitantes de la Almedina. Como conclusión y en palabras del Peñalver: «Alfonso Berlanga ha conseguido la perfección por no creer en la perfección… ha logrado ser un grandioso poeta por creer en la poesía». Irrefutable aserto.





Título: La casa de la Almedina

Autor: Alfonso Berlanga Reyes
Editorial: Alhulia (Granada, 2018) 

Portada del libro La casa de la Almedina de Alfonso Berlanga Reyes
Portada del libro La casa de la Almedina de Alfonso Berlanga Reyes

En la novela Dieciocho meses y un día, la escritora Paz Castello profundiza sobre la violencia de género

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La escritora alicantina publica su tercera novela que ha sido premiada con el galardón ‘Letras del Mediterráneo’ en la modalidad de Narrativa Contemporánea. Su nueva historia toma como punto de partida la violencia de género, “un fracaso absoluto que como sociedad debemos afrontar” asegura Castelló. “Esta historia es una reflexión de cómo el efecto metralla de la violencia tiene una onda expansiva profundamente destructiva sobre el entorno de la víctima”.

Dieciocho meses y un día (Umbriel Editores) es el tiempo que Sabina Lamer, una afamada pintora afincada en Peñíscola, lleva encerrada en el ático donde vive. Sufre de una grave agorafobia, fruto del estrés postraumático que desarrolló tras ser la única testigo del asesinato de su mejor amiga, en plena calle, a manos de su ex marido.

Desde aquel momento, Sabina es incapaz de cruzar el umbral de la puerta de su casa, que también es su estudio, desde donde contempla el mar y las calles del casco antiguo de Peñíscola, ciudad que eligió para desarrollar su carrera profesional.

Castelló confiesa que ha sido “un trabajo muy duro. He sufrido tanto como la protagonista para poder plasmar toda su angustia, su sensación de desamparo, su sufrimiento desgarrador, pero al mismo tiempo también todo su amor incondicional, su sentido de la lealtad y la amistad por encima de cualquier cosa, incluso de ella misma”

En la novela Dieciocho meses y un día, la escritora Paz Castello profundiza sobre la violencia de género
 Paz Castello, autora de la novela Dieciocho meses y un día




Está convencida de que cuando el asesino de su amiga, en prisión provisional a la espera de juicio, esté encerrado para siempre, será capaz de superar su angustia y podrá salir de casa, por fin, para volver a pintar el mar Mediterráneo que tanto ama y retomar su tranquila vida en aquel paraíso de la costa mediterránea.

Sin embargo, el presunto asesino queda en libertad y Sabina enloquece aún más entre las cuatro paredes de su estudio. A partir de ese momento, la obsesiva y recurrente idea de Sabina, es la de hacer justicia, desamparada como se siente por el sistema judicial, buscando la forma de vengar la muerte de su amiga, con la dificultad añadida de no poder salir de casa.

Para conseguirlo tendrá que enfrentarse a sí misma, a sus miedos, y a los condicionamientos que su encierro le plantean, convirtiendo su claustrofóbica vida en un medio para escapar de sí misma. Desde el punto de vista creativo, Castelló confiesa que ha sido “un trabajo muy duro. He sufrido tanto como la protagonista para poder plasmar toda su angustia, su sensación de desamparo, su sufrimiento desgarrador, pero al mismo tiempo también todo su amor incondicional, su sentido de la lealtad y la amistad por encima de cualquier cosa, incluso de ella misma”.

Paz Castelló (Alicante, 1970) Licenciada en Derecho, cuenta con una dilatada carrera profesional en el sector de la comunicación. Ha trabajado para la Cadena SER, Onda Cero, Ràdio 9, así como para instituciones públicas y empresas privadas como Responsable de Prensa y Relaciones Externas. Escribe desde niña. En 2009 decidió publicar sus textos a través de su web www.pazcastello.com. A partir de ese momento sus letras llegaron a todos los rincones del mundo, convirtiéndose en virales. Es autora de la novela Mi nombre escrito en la puerta de un váter, también publicada por Umbriel. Sus obras no escapan a una profunda visión crítica del mundo, desarrollada a lo largo de los años por su labor periodística, y mantienen un perfecto equilibrio entre misterio y sensibilidad.


Título: Dieciocho meses y un día 
Autora: Paz Castelló
Sello: Umbriel. Distribuye Ediciones Urano en Colombia
Colección: Narrativa
ISBN: 978-84-16517-00-8
288 páginas

En la novela Dieciocho meses y un día, la escritora Paz Castello profundiza sobre la violencia de género

“La invitación de la araña”, el homenaje de Mercedes de Diego a Agatha Christie

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Estamos ante una novela de misterio ambientada geográficamente en uno de los lugares que albergó una etapa misteriosa de la vida de Agatha Christie, a quien la autora rinde homenaje con guiños constantes a lo largo de la narración.


La invitación de la araña (Huso Editorial, 2018) adentra a sus lectores en la red que se va tejiendo alrededor de Ángela, su protagonista. Un inocente intercambio de casas en vacaciones, entre una profesora universitaria afincada en Madrid y un exfarmacéutico con residencia en Farncombe (Inglaterra), desatará una misteriosa intriga que Ángela tratará de desenmarañar a lo largo de las páginas de esta novela.

A medida que se acerca al final de este misterio, Ángela va revelando claves de su pasado que condicionan su carácter y, sin que ella lo perciba, la enredan más y más en la tela de araña que amenaza con atraparla («Ocultar, ocultar. Toda la vida ocultando pensamientos, ocultando actos, ocultándome de otros y de mí misma».).

En el prólogo la escritora Aida Sandoval afirma que “Si nuestra admirada y audaz Agatha Christie pudiese leer esta obra, sin duda alguna aceptaría el guiño que le brinda Mercedes de Diego y se enfrascaría en sus páginas, con el propósito de resolver el misterio que nos va atrapando, sin ser apenas conscientes de ello”.

Mercedes de Diego rinde su tributo al género negro metiéndose en la piel de la protagonista, para guiar al lector, desde la primera persona, a la realidad de una mujer que se siente sola, quizás un poco atascada en su propia telaraña de edad, construida a base de días monótonos que estoicamente se ha impuesto para protegerse de lo que pueda escapar a su control.

Escritora y personaje, fieles seguidoras de la novela de intriga, se meten en el papel de investigadora en cuanto pisa tierras del sudeste de Inglaterra, dejándose llevar por el escenario de un pueblo bucólico, de sus gentes que parecen personajes recién salidos de una clásica historia de género negro.


Título: La invitación de la araña

Editorial: Huso

Género: Novela policíaca

Páginas: 205





Biografía


Mercedes de Diego nació en Madrid. Es Licenciada en Filología Hispánica y Filología Inglesa por la Universidad Complutense. Después de ejercer como profesora durante unos años en Madrid, se trasladó a Almería, donde opositó y obtuvo plaza de profesora de Enseñanza Secundaria. Desde entonces, ha trabajado y residido en la costa almeriense, compaginando su labor docente con la escritura.

Ha publicado numerosos relatos en revistas y antologías. Fue finalista del concurso literario Sara Navarro, con el relato “El Cuarto del Fondo” (1990). También fue finalista en el XXV Premio Ana María Matute, con la obra titulada A ras del suelo (2013). Su cuento “El Tragaluz” fue incluido en la antología Diez Relatos de Mujeres, de la editorial Torremozas, en 2015. Es también autora de varias novelas inéditas.

Arte Latente: Por qué reparamos las cosas. Nueva exposición en el Museo del Oro

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Entre el 25 de mayo y el 16 de septiembre de 2018, el Museo del Oro del Banco de la República en Bogotá exhibe ¿Esto tiene arreglo? Cómo y por qué reparamos las cosas, una exposición temporal que indaga la relación que los individuos y las sociedades entablan con los objetos, y cómo tras la decisión de reparar las cosas que se dañan se pone en evidencia su valor simbólico y cultural. La exposición explora la idea de la reparación en la época prehispánica y explica algunas técnicas que se emplearon para hacerlo. Además, exhibe piezas de las colecciones del Museo del Oro, la Biblioteca Luis Ángel Arango y la Colección del Arte del Banco de la República, entre otras, y propone una reflexión sobre el lugar de la reparación en la actualidad.


Tome nota:

  • ¿Esto tiene arreglo? Cómo y por qué reparamos las cosas se exhibe en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo del Oro (planta baja). La entrada está incluida en la boleta de ingreso al Museo que de martes a sábado —días festivos incluidos— cuesta $4.000 y los domingos es gratuita. El Museo está cerrado al público todos los lunes del año. 

  • La entrada al Museo del Oro es gratuita para los niños menores de 12 años y adultos mayores de 60 años. 




La relación que los seres humanos entablan con las cosas supera, muchas veces, su función utilitaria; los objetos que una persona adquiere, los que lleva consigo, los que guarda o los que exhibe dan cuenta de cómo es, de las cosas que le parecen importantes y, en cierta medida, de cómo entiende el mundo. Las cosas son, además, contenedores de memoria y testigos silenciosos de cómo se organizan y funcionan las sociedades.

Nunca somos tan conscientes de la dependencia que los seres humanos tenemos hacia las cosas hasta que se dañan o nos faltan. Por eso las reparamos: porque las necesitamos, porque no podemos reemplazarlas y queremos evitar su ausencia. En la decisión de reparar algo, de cómo, cuándo y por qué hacerlo, se involucran consideraciones técnicas y simbólicas sobre la cultura material, la relación entre la sociedad y los objetos y los oficios de la reparación. Arreglamos las cosas no solo porque es posible hacerlo, sino porque es personal, social y culturalmente necesario.

“Sin importar la cantidad, la naturaleza o la intensidad de los deterioros, la reparación indica un aprecio especial por ese objeto en particular. Las cosas reparadas una o varias veces muestran su valor excepcional en el universo de la cultura material de una sociedad”, explica Héctor García Botero, curador de la exposición.

Las cosas y la reparación en la época prehispánica


Los objetos consagrados a los líderes de las antiguas sociedades indígenas emocionaban y congregaban a sociedades enteras, generaban identidad y reforzaban los lazos sociales. En la época prehispánica, los objetos impuestos en la cabeza de las personas, señalaban su cargo y dignidad. Heredar la diadema de un predecesor y poderla entregar a un sucesor posibilitó la continuidad de los linajes y de la autoridad a lo largo del tiempo. Al repararla se aseguraba que este “objeto de poder” pudiera seguir pasándose de generación en generación.

No solo se reparaban objetos de prestigio o sagrados: también las cosas de uso cotidiano eran atendidas con cuidados para prolongar su vida. Los recipientes y contenedores para preparar, compartir y servir los alimentos y bebidas fueron reparados durante la época prehispánica en diferentes sociedades y para esto se crearon técnicas que, por su minuciosidad, todavía nos sorprenden hoy en día. En la exposición se abordarán, por ejemplo, las reparaciones con amarres y con adición de otros materiales por calor.

“Hasta hace pocos años, las evidencias encontradas en orfebrería y cerámica prehispánica relacionadas con posibles reparaciones antiguas no se consideraban de importancia en el estudio del uso y significado de los objetos en el pasado. En la actualidad, y gracias a las investigaciones realizadas durante los procesos de conservación y restauración de las colecciones en el Museo del Oro, se ha recopilado una serie de elementos que plantea la existencia de métodos, materiales y procesos de reparación de objetos cerámicos y metálicos de las diferentes sociedades prehispánicas de la actual Colombia. Estas reparaciones no se realizaron únicamente con el fin de otorgarle mayor tiempo de uso a los objetos, posiblemente también se hicieron para mantener sus características y valor como artefactos significativos dentro de sus contextos sociales”, explica Maria Alicia Uribe, directora del Museo del Oro y curadora de esta muestra que transforma nuestra mirada hacia nuestras propias cosas.

*Con información del Banco de la República.

Rincón del poeta. Annorum Vinum de Álvaro Chaves

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Annorum Vinum


Por: Álvaro Chaves
Bogotá


El vino degustado,
El vino libado en el sarao,
El vino divino y rojizo
Como un sangriento ocaso,
Aún mora en la Eternidad.

El vino blanco,
El vino por alegría bebido,
El vino del dolor y el hastío,
Torrentoso como el Nilo,
Aún mora en la Eternidad.

El vino antiguo,
Residuo del icor sagrado,
El vino pagano de Dionisos,
De dulce anestesia licor,
Aún mora en la Eternidad.

El vino, fiel amigo,
El vino balsámico de Creta,
El vino redentor de linyeras,
Consuelo del viejo Poeta,
¡Aún mora en la Eternidad!



Biografía


Álvaro Chaves. Escritor independiente con formación en estudios literarios, traductor. Publicaciones: Mensajes al Infinito, Relatos Marginales, Nocturnario y Una Temporada en el infierno (traducción de A. Rimbaud).

Lugar a dudas: Desconfío de la muerte

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Lugar a dudas: Desconfío de la muerte


A partir de la carta de Epicúreo a Meneceo, este artículo explora las implicaciones de la muerte, como idea, como anhelo, preocupación o como aparente realidad y, a partir del texto filosófico nos invita a reflexionar sobre su manifestación o presencia

Por: Víctor Cabezas

La carta de Epicuro a Meneceo es un documento esencial para comprender la ética epicúrea. Los postulados consignados en esa misiva -como todos los filosóficos- se mantienen vigentes, pues no solo superan sino también retan el paso del tiempo. Una de las preocupaciones esenciales en esa carta es la muerte y ese es, precisamente, el tema central de este artículo.

Cuando pensaba centrar este texto sobre la muerte llegué a pensar que cualquier disquisición podría llegar a ser o frívola o bobalicona ¿Qué más puede ser la muerte sino la ausencia de vida, de potencia, de fuerza, de energía? ¿Hacia dónde más podría llegar esa simple disquisición? Aún en contra de esa negativa inicial, iniciando una aventura entre literaria, ignorantona y filosófica, me planteo hacerle algunas preguntas a la muerte.

Hay que iniciar señalando que sobre el tema se ha escrito mucho y, por eso, desde ya me disculpo con los lectores suficientemente ilustrados en este tema a quienes este texto les parecerá o banal, o repetitivo o insuficiente. Estas líneas son, al menos, transparentes pues no pretenden más que reflejar las preocupaciones de una persona frente al evento más natural y corriente: la muerte.

No sé en qué periodo de tiempo el ser humano empezó a problematizar la muerte. No sé cuándo pasó a ser algo relevante para nosotros, cuándo nos apartamos de la lógica epicúrea que, como citaré más adelante, postula que la muerte no significa nada para nosotros. No sé cuándo ni bajo qué circunstancias nos separamos de esa sensatez.

Lo cierto es que cuando el humano se enfrena a la posibilidad de la nada, aparece la angustia y de allí se derivan otros múltiples síndromes de una sociedad a la que, progresivamente, le empieza a aterrar la idea de la muerte. Cuando reflexionamos sobre la posibilidad de dejar de ser en el mundo, empezamos a problematizar la muerte. Le planteo lo siguiente, si quiere experimentar el vacío y la nimiedad, no importa quién sea, busque un cuarto con un espejo y, en completa soledad párese en frente, mírese a los ojos y pregúntese durante algunos minutos ¿Quién soy? Entenderá, seguramente, la nimiedad.

Ahora bien, el asunto esencial que ronda la muerte es que ha pasado de ser algo absolutamente intrascendental a ser un fenómeno que preocupa abrumadoramente al humano y que ha requerido respuestas por parte de la sociedad. La muerte ha transitado de ser un hecho inevitable y que, como veremos, no significa nada para nosotros, a ser una fuente inagotable de caracterizaciones, pues sea para solucionar de un tajo los pesos de la existencia o para fundamentar nuestras angustias frente al poder “no ser” en algún momento, nos hemos dedicado a nominar y categorizar la muerte como si fuera un ejercicio natural.

Frente a este escenario de caracterización, problematización y conflictividad que genera la idea de la muerte, la carta de Epicúreo a Meneceo plantea algunas perspectivas interesantes:

Acostúmbrate a pensar que la muerte para nosotros no es nada, porque todo el bien y todo el mal residen en las sensaciones, y precisamente la muerte consiste en estar privado de sensación.



Por tanto, la recta convicción de que la muerte no es nada para nosotros nos hace agradable la mortalidad de la vida; no porque le añada un tiempo indefinido, sino porque nos priva de un afán desmesurado de inmortalidad.



Nada hay que cause temor en la vida para quien está convencido de que el no vivir no guarda tampoco nada temible. Es estúpido quien confiese temer la muerte no por el dolor que pueda causarle en el momento en que se presente, sino porque, pensando en ella, siente dolor: porque aquello cuya presencia no nos perturba, no es sensato que nos angustie durante su espera. El peor de los males, la muerte, no significa nada para nosotros, porque mientras vivimos no existe, y cuando está presente nosotros no existimos. Así́ pues, la muerte no es real ni para los vivos ni para los muertos, ya que está lejos de los primeros y, cuando se acerca a los segundos, estos han desaparecido ya.


Lugar a dudas: Desconfío de la muerte




Si la muerte hace daño a un individuo debe existir un sujeto que sufra ese daño. Para que la muerte surta el efecto que tememos debe existir un tiempo, un modo, un lugar que evidentemente no se realiza frente al sujeto que, privado de sus sentidos, ya no podrá sufrirla.

Entonces, la muerte que se entiende como uno de los fenómenos más problemáticos, aparece como el más inofensivo pues mientras vivimos no puede ocurrir. Bajo estas consideraciones, la problematización creciente que el humano impone a la muerte resulta incoherente e ilógica. Inclusive, la construcción de una sociedad hecha para burlar la muerte, como la nuestra, es cuestionable si la analizamos por sus efectos y lo que en realidad significa.

En la modernidad la muerte no es una cuestión menor pues a menudo es el justificativo para la inmediatez del poder, de las sensaciones y, por tanto, del consumo. Hay que comer, hacer, construir, comprar hoy. Hay que consolidar nuestro poder cuánto antes porque no sabemos qué pasará el minuto siguiente, porque no sabemos qué tan cerca nos ronda la muerte. Ósea, ese temor, o instrumentalización, de la muerte sigue siendo utilizado, problematizado y caracterizado mientras la mayoría jamás nos hemos preguntado qué implica en realidad la muerte.

En fin. Sea desde la carta de Epicúreo a Meneceo, desde el existencialismo, donde se ha escrito a granel sobre el tema, o desde las reflexiones de cada uno sobre este tema, contrario a lo que inicialmente pensé -y quizás muchos de ustedes también lo hicieron- la muerte debe ser enfrentada fundamentalmente desde la desconfianza, desde la duda.

_______________________________________________

Víctor D. Cabezas

Sobre el autor: *Víctor D. Cabezas 

(Quito, 1995) Es abogado y maestrante en derecho por la Universidad Externado de Colombia, columnista de los diarios ecuatorianos La Hora y El Telégrafo y director de la revista de literatura de la Universidad San Francisco de Quito.

Desearía escribir con la intensidad con que cantaba Freddie Mercury: Edgar Borges, autor de La niña del salto

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Desearía escribir con la intensidad con que cantaba Freddie Mercury: Edgar Borges, autor de La niña del salto


Gabriela Guerra Rey, premio Juan Rulfo 2016, entrevista al escritor Edgar Borges, autor de la aclamada novela La niña del salto (Ediciones Carena, 2018), que por estos días arriba a su segunda edición. Libros y Letras ofrece un diálogo único entre dos de los escritores más importantes de la actual narrativa latinoamericana.


Por: Gabriela Guerra Rey*


De tránsito por tierras madrileñas, leer a Edgar Borges—que hoy ya no necesita de presentaciones— y su niña del salto ha sido de las cosas más inquietantes que me han sucedido. “He tenido pesadillas”, le confesé después de las primeras páginas. Pero nunca le dije que además he vivido reflexiones fundamentales, entre otras, sobre la literatura y el papel de la ficción en el imaginario colectivo y en la vida de los pueblos, porque el mundo es una gran aldea donde ocurren más o menos las mismas perturbadoras realidades.

La realidad es un acto de fe y la ficción un acto de imaginación”, asegura el escritor venezolano, radicado en España hace más de una década. A veces la imaginación es también un acto de fe, una trinchera, incluso para Borges que asegura la literatura no denuncia, rol que le deja al periodismo. La niña del salto es, también, una novela de denuncia con una misión muy fuerte: cuando se nos olvide por qué luchábamos en 2018, inmersos en el actual movimiento feminista que viven algunos países —solo algunos—, La niña del salto estará aún allí —habrá trascendido a la prensa instantánea—. Una obra intemporal y poderosa, que además de dejar impronta en las letras contemporáneas y ubicar a Borges entre los referentes de la literatura latinoamericana y por supuesto europea del siglo XXI, mostrará un camino a la libertad. “La ficción es una necesidad de libertad”. Lo es para Antonia, protagonista de esta historia; para la niña que, saltando, pretendiendo volar, ayuda a escapar a su madre de una cotidianidad adversa y que pareciera inevitable, y para ese grupo de simuladores que un día llega a un pueblo de la invención de Edgar a tocar con la belleza —homenaje a importantes poetas— la irrealidad absurda de algunos espacios.

Borges crea un puente entre la realidad y la ficción. Él mismo se escapa de una para instaurar la otra. Por eso improvisa un pueblo, Santolaya, cuyo nombre existe en el mapa, pero al que deja que cada quien le ponga su auténtica mirada: “La idea de confusión habita en contradicción con la idea de singularidad en la mente de cada uno de los personajes. ¿El mundo que tengo ante mis ojos es el mismo que ven los otros?”.

La niña del salto desanda los sueños, las fantasías, pero recurre también a ese monstruo que, asegura el autor, todos tenemos dentro. Es una novela como la vida, fuerte, directa, demoledora en ocasiones, pero es también un canto de ilusión, artístico y provocador, que quiere tocar la esperanza como forma última para que incluso la rabia, el dolor, se transformen en algo divino.

Una obra intemporal y poderosa, que además de dejar impronta en las letras contemporáneas y ubicar a Borges entre los referentes de la literatura latinoamericana y por supuesto europea del siglo XXI, mostrará un camino a la libertad

Portada de La niña del salto de Edgar Borges
Portada de La niña del salto de Edgar Borges



¿Cómo y por qué escoger un pueblo real para convertirlo en ficticio?

En principio tenía armada una historia sin geografía; el motivo era que los personajes padecían de una confusión espacio temporal. De alguna manera necesitaba, como autor, padecer de esa sensación de extravío que hay en la trama. Debía escoger un lugar que no conociera. Para lograrlo investigué sobre pueblos que tuvieran pocos habitantes y un grupo muy reducido de niños. Sabía que Asturias tenía varios con esas características. Consulté con amigos. De esa consulta surgió la idea de Santa Eulalia de Cabranes (Santolaya en asturiano).

Describí el lugar sin conocerlo para sentirme un personaje más de la historia; asumo que la realidad es un punto tan movible como la ficción. La diferencia es que la realidad es un acto de fe y la ficción un acto de imaginación. Quería escribir una trama en la que la realidad estuviera desnuda ante el lector; pretendí mostrar sus costuras en medio de la trama. Me gusta pensar en un lector que al terminar la novela mire a su alrededor y se pregunte quién demonios le ha levantado la realidad de su día a día.

Leí que fuiste allí y hablaste con los lugareños. ¿Se parece Santolaya a como la describes?
Mi viaje a Santolaya fue uno de los actos más extraordinarios que me ha deparado la ficción. El alcalde, enterado de que había escrito la novela sin conocer el lugar, llamó a la editorial para invitarme a presentar el libro en la Casa de la Cultura. Los vecinos me recibieron con un debate de ideas que superó cualquier expectativa. Después del acto me invitaron a recorrer el pueblo para mostrarme los puntos geográficos donde ellos querían creer que ocurrieron los hechos de la novela. Incluso, a una casa sin número le adjudicaron el 17, que identifica el domicilio que Antonia comparte con su marido y la niña del salto.


¿Te viste también como “El ciudadano ilustre” —Comedia dramática, Argentina, 2016, dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn, escrita por Andrés Duprat y protagonizada por Oscar Martínez—?, ¿la gente se sentía reflejada en tu novela…? ¿Por qué crees que otros tienen esa necesidad de encontrarse en una obra de ficción? ¿Qué papel juega la imaginación del escritor y cuál la del lector?

La ficción es una necesidad de libertad que nos convoca a trascender todo límite social y cultural. Aunque no se intelectualice, casi como un acto inconsciente, el individuo observa la realidad como un extraño que se sabe capaz de dar un salto hacia otra posibilidad. De ahí nuestra necesidad de arte, pues la creación artística nos revela lo que hay más allá de la cúpula donde hacemos rutina. Creo que en ese sentido escritor y lector son dos actores que necesitan dar el salto cada uno a su manera.

¿La verdadera protagonista es Antonia, y la niña del salto un medio para la abstracción de esa cruda realidad? Todo el tiempo estuve pensando mientras leía: ¿por qué Antonia no huye?
Es posible que la niña sea el medio, el puente, el hilo conductor hacia lo que Antonia dejó en el camino. La niña es la pista que busca Antonia para regresar al punto donde se trastocó su idea de vida.

Antonia no huye porque ha quedado atrapada en su pensamiento, en su utopía, en su inacción, en lo que pretendió ser.

No pensé la novela ajustada a la realidad española, como a la de ningún país. Más allá de citar espacios geográficos de dudosa ubicación, me interesa conectar con la existencia de cualquier ser humano en el mundo

Edgar Borges, autor de La niña del salto. Fotografía: © Laura Muñoz Hermida
Edgar Borges, autor de La niña del salto. Fotografía: © Laura Muñoz Hermida



El personaje de Dicxon es terrorífico, me da hasta repulsión hablar de él; está muy bien logrado. Sin embargo, lo he visto, lo conozco de muchas historias ¿De dónde lo sacó Edgar Borges?
Saqué a Dicxon del monstruo que todos llevamos por dentro.

¿Cómo puede un ser humano adaptarse a vivir así? ¿Es común en España, un país en el que se lucha ferozmente por la igualdad, la no violencia hacia las mujeres? ¿Es la realidad de La niña del salto la española?
No pensé la novela ajustada a la realidad española, como a la de ningún país. Más allá de citar espacios geográficos de dudosa ubicación, me interesa conectar con la existencia de cualquier ser humano en el mundo. En mi búsqueda literaria un cuerpo, tanto como un lugar, representa una extrañeza para quien lo habita. La sensación de saberse extranjero de toda forma física me interesa como idea literaria.

Ya en el plano social, como individuo comprometido con la defensa de los derechos humanos, considero que España, como buena parte de nuestra cultura hispana, arrastra las cadenas de una historia machista. Pero lo machista hay que entenderlo como un modelo que reproduce conductas para sus intereses. El sistema se alimenta del machismo que hipócritamente cuestiona. Si pretendemos otra lógica, habría que cambiar el modelo.

La literatura femenina suele estar escrita por mujeres. Esta lo es. ¿Es un libro de denuncia? ¿Es Edgar un feminista?
La literatura no denuncia, de eso se encarga el periodismo. Lo que no quiere decir que la literatura no sea una fuerza demoledora de cualquier realidad maltrecha, lo es y mucho. La literatura implosiona todo dogma, toda noción absolutista de la realidad. Soy feminista en el sentido sensible que necesitamos para transformar la sociedad. Considero que sería un error separarnos en mujeres y hombres, eso sería seguir la eterna lógica separatista del poder. Deberíamos educar para que cada individuo reconozca la dualidad femenino-masculina que lleva dentro de sí. Por ejemplo, necesitamos que cada juez masculino tenga el suficiente nivel para pensar como hombre y como mujer. Esta lógica vale también para cada jueza y para todo rol social. No entiendo cuando nos limitamos a creer que solo un sexo puede entender los dilemas de sus similares. El reto debe ser que en un individuo convivan dos formas de inteligencia dispares y contradictorias; solo de esa realidad interior puede surgir el sentido de responsabilidad ante el otro.

La sensibilidad femenina debería determinar cualquier idea de nueva política. La mujer terminará siendo la espada de Damocles del sistema de consumo que la ha utilizado.

Edgar Borges, autor de La niña del salto
Edgar Borges, autor de La niña del salto



¿De qué inspiraciones nace La niña del salto? ¿Con qué mirada quieres que sea leída? ¿A qué recurre Edgar Borges a la hora de escribir?

La novela nace de mis constantes observaciones. Camino mucho y en ese andar observo. Antes de escribir escucho música, principalmente rock. Una vez que estoy conectado con un punto distinto a mi realidad, comienzo a escribir. Desearía escribir con el nivel de intensidad que cantaba Freddie Mercury. La literatura tiene que ser elevación para quien escribe y para quien lee. El resultado debe hacer olvidar que estamos ante palabras. Nada de malabarismos discursivos; cuando un libro se abre debemos encontrar historias, narrativas, imágenes.

“Convertir la rabia en dolor y el dolor en belleza”, esta es en mi opinión una de las ideas más fuertes de la novela… Desde cierta mirada, es el libro…, es la literatura, es el arte…
La belleza es la mirada sublime que nos despierta la vulnerabilidad. Y si no fuese así, el cinismo habría carcomido esa conciencia, ese cuerpo.

Sobre la autora: *Gabriela Guerra Rey 


Escritora y periodista. Nacida en Cuba y nacionalizada también mexicana, país en el que reside. En 2016 ganó el premio Juan Rulfo a primera novela por Bahía de Sal.

Rincón del poeta. La palabra de Francisco Hernandez Ramos

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Rincón del poeta. La palabra de Francisco Hernandez Ramos

La palabra


Por: Francisco Hernandez Ramos

La Victoria / Venezuela



La palabra
Cae
gotea
se desliza
busca
océanos
y corales
allí yace
y ama
aferrada
haciéndose mujer
de agua


Biografía


Francisco Hernandez Ramos (Barquisimeto, 1977) es escritor por necesidad; esa necesidad de entender el mundo, desmenuzarlo y reconstruirlo con imágenes y palabras. En sus poemas explora la sonoridad de las palabras, hurga en ellas, busca entenderlas. Publicado por primera vez en la colectiva “Joven Escritura de la UNEXPO” 2005, en Barquisimeto, Venezuela; retorna hoy a la poesía, con su poemario inédito Bosque Errante.
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Primer Simposio Palabra Tomada, sobre Literatura Afrolatinoamericana, en Cartagena de Indias.

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Primer Simposio Palabra Tomada, sobre Literatura Afrolatinoamericana, en Cartagena de Indias.


“Palabra Tomada” reunirá por primera vez a escritores, historiadores y expertos nacionales e internacionales para dialogar sobre la literatura afrolatinoamericana. El encuentro se realizará en Cartagena de Indias el 13, 14 y 15 de junio.


Yolanda Arroyo (Puerto Rico), Medardo Arias, Adelaida Fernández, Uriel Cassiani y Alfredo Vanín son algunos de los expertos y escritores invitados.


La literatura afrolatinoamericana y su difusión, así como el reconocimiento y valoración de la herencia africana en las diferentes expresiones culturales y tradicionales de los países latinoamericanos, serán el tema central del Simposio Palabra Tomada.

El encuentro, organizado por el Ministerio de Cultura y la Dirección de Poblaciones, la Biblioteca Nacional de Colombia y la Asociación de Estados Iberoamericanos para el Desarrollo de las Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica (ABINIA); con el apoyo del Centro de Formación de la Cooperación Española (AECID); tiene como objetivo generar espacios de reflexión y encuentro en torno la literatura afrolatinoamericana, para fortalecer su reconocimiento, lectura y difusión.

Las líneas temáticas del simposio abarcarán la historia de la literatura escrita por afrodescendientes, que involucra temas como la esclavitud, la denuncia o la reivindicación de la cultura y la herencia africana; los representantes más destacados: autores olvidados y recordados; la oralidad y su influencia en la literatura escrita afrodescendiente; el papel de la mujer en la construcción de la identidad, tradición y memoria oral y escrita de los pueblos afrodescendiente; y la producción y difusión de esta literatura en el actual panorama editorial de Latinoamérica.

El Simposio contará con la participación de expertos nacionales e internacionales en temas de cultura oral y escrita afrodescendiente, como los escritores Yolanda Arroyo (Puerto Rico), Medardo Arias, Adelaida Fernández, Uriel Cassiani y Alfredo Vanín (Colombia). Como representes del sector académico estarán Silvia Valero, Directora del Programa de Lingüística y Literatura de la Universidad de Cartagena, Darío Henao Restrepo, licenciado en Letras de la Universidad del Valle; Eduardo Torres Cuevas, actual Director de la Biblioteca Nacional de Cuba, Mario García Hudson, coordinador del Centro Audiovisual de la Biblioteca Nacional de Panamá, Elsa Barber, Subdirectora de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, de Argentina. Como representantes del Gobierno Nacional estarán la Viceministra de Cultura, Zulia Mena, y la Directora de la Biblioteca Nacional de Colombia, Consuelo Gaitán.

Palabra Tomada está dirigido a bibliotecarios públicos, gestores culturales, investigadores, académicos, docentes, estudiantes y todos los interesados en la lectura y la literatura afrolatinoamericana.

El ingreso para todos los asistentes será gratuito, con previa inscripción. Diligencie el formulario haciendo clic aquí.


“Palabra Tomada” un simposio con diversidad de contenidos


Primer Simposio Palabra Tomada, sobre Literatura Afrolatinoamericana, en Cartagena de Indias.


Entre las actividades programadas del Simposio se destaca la conferencia magistral de Yolanda Arroyo, directora del Departamento de Estudios Afropuertorriqueños, sobre la influencia de las mujeres afrodescendientes en la literatura; el conversatorio Las nuevas voces de la literatura afrolatinoamericana y los retos de la publicación que contará con la participación de los escritores Adelaida Fernández, Yolanda Arroyo, Uriel Cassiani y la escritora y editora Guiomar Cuesta; y la conferencia sobre Literatura afrolatinoamericana y oralidad, a cargo del escritor guapireño Alfredo Vanín.

La apropiación del patrimonio afrodescendiente en Latinoamérica y las experiencias de Bibliotecas Nacionales de Cuba, Colombia, Panamá, Argentina y Brasil, hará parte del Simposio el día de clausura con la participación de Directores y representantes de estas bibliotecas latinoamericanas.

El Simposio tendrá como sede el Centro de Formación de la Cooperación Española – AECID, en la ciudad de Cartagena. Tres días en los que los participantes se acercarán al reconocimiento de la diversidad étnica y literaria de América Latina.

Reseña del libro Bartleby y compañía, de Enrique Vila-Matas

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Reseña del libro Bartleby y compañía, de Enrique Vila-Matas

Por: Mateo Ortiz Giraldo*

Singulares criaturas transparentes


Sacar de la estantería un libro de Vila-Matas (independiente de cuál sea la estantería o el libro), supone todo un ritual. No porque este celebrado autor requiera de una liturgia para leerlo o contemplarlo, sino porque el mismo acto de tomar el libro ya es una actuación religiosa; digamos pagana. Pagana porque sus libros (con el temor a equivocarme pues no he leído toda su obra) son toda una elegía para la literatura y Bartleby y compañía es el texto canónico de esta religión heterodoxa y burletera.

La labor que Vila-Matas emprende en este texto solo puede ser comparada, más por su actividad pseduenciclopédica que por la cercanía temática, con la empresa iniciada por Borges en Historia universal de la Infamia. En tal proporción estamos ante una gravísima carcajada literaria en la cual el autor pretende realizar algo así como un rastreo casi fetichista, de autores que han abandonado la literatura después de haber publicado una obra memorable. O por lo menos, esto lo que manifiesta el narrador cuando decide escribir esas 86 notas a pie de página de un texto invisible. La labor es cómica, pero el resultado es francamente hilarante así como digno de admiración; aunque las intenciones iniciales se hayan bifurcado además de mutado, en el camino.

Reseña del libro Bartleby y compañía, de Enrique Vila-Matas
Enrique Vila-Matas. Fotografía: © Lisbeth Salas



Una literatura anulada


Hablar de la singularidad mamagallista de Vila-Matas es un lugar común, a pesar de ello, es un lugar necesario. Sin él no se podría comprender la obra del autor. Por esa razón es requerido apelar al cliché cuando se habla de Bartleby y compañía pues en él, Vila-Matas hace uso de su desenfadada prosa para exponer una situación particular. Si bien los seleccionados en las notas del narrador quiere la automutilarse de todo lo literario, terminan por acudir a uno acto poético. Por tanto, su distanciamiento va a situarse en los anaqueles de la literatura.

De allí que esos personajes, singulares criaturas que se han hecho a sí mismas transparentes, representen no solo la angustia sino también la derrota. Pues cada uno reviste una forma de lo que el narrador (Vila-Matas vestido de otro) llama “literatura del no”.

Angustia, afirmo, porque tanto los monumentales bloqueos de Fitzgerald como las despedidas dolorosas de Cervantes, hacen parte de un mismo regimiento: la literatura, como para Joe Gould, es “cura y patíbulo”. De allí que los bartlebys quieran renunciar a ella, darse de baja antes que ella los arrincone y asfixie hasta la hipoxia.

Derrota, digo, porque el sin sabor del adiós no es más que una contradicción cuando la despedida es una de las configuraciones de la literatura. Así ésta se esté negando a sí misma, como si Narciso en lugar de verse a él en el reflejo del lago, viese un monstruo amorfo.

***

Cuando autores como Salinger o Tolstoi renuncian a la literatura, como el Bartebly de Vila-Matas, no es una renuncia completa, pues la despedida no se da hasta que ella los deja: hasta las palabras nos abandonan….y con ello no decimos nada o, quizás, con el mutismo y el férreo silencio, se crea la mayor de las obras literarias.

Reseña del libro Bartleby y compañía, de Enrique Vila-Matas


Sobre el autor: *Mateo Ortiz Giraldo. 

Leedor. Presunto escribidor. Estudia periodismo y filosofía. 

En twitter: @plumasinave

Rincón del poeta. La poesía no descansa de Santiago Uribe S. Ángel

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Rincón del poeta. La poesía no descansa de Santiago Uribe S. Ángel

La poesía no descansa


Por: Santiago Uribe S. Ángel
Bogotá, Colombia.


En un pasaje de su Tractatus
Ludwig el filósofo del lenguaje afirma:
"Mundo y vida son una sola cosa". Entonces
Si hablo del mundo estoy hablando de la vida,
La vida en un "planeta estúpido" dijo Heine,
La "casona del mundo" dice Roca, este sucio charco,
Este inmundo infierno, "este mundo malo" lo llamó

Hegel,
"Les quedó mal hecho" oí decir a un buen amigo,
No es "el mejor de los mundos posibles" de Leibniz,
De todo se ha dicho de la vida, "es una mierda"
Para el autor de El nombre de la rosa,
El mundo es una mierda,
La estupidez en un concilio de bárbaros bandidos,
La incomodidad en la vieja casona de la historia
Sostenida con terror, armas, trampas...
Pero la poesía no descansa, no transige con las

palabras,
Deben ser dichas en cada verso como dijera Blandiana,
Sin cesura para que el universo no peligre y se

desplome
Arrojando a todos, "salvajes y solitarios,
de nuevo en la húmeda gruta de los instintos"
En la idiota tarea ya denunciada por Heráclito
De limpiarse con lodo después de haber entrado en el
lodo.


Biografía 


Santiago Uribe S. Ángel. (Caldas, Antioquia, 1954). Poeta. Libros: Fábulas de la infancia; La huerta poética y el poeta hortelano; País del desamparo corazón de Jesús y El sheriff de todos los caminos (Editorial La serpiente emplumada, 2013); Regalos de la corona española en el descubrimiento de América; Libérame de lo que quiero. A este último libro pertenece el poema "La poesía no descansa".
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Líneas y Letras. Caricatura de José Saramago por Carlos Cardona

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Carlos Cardona





Biografía


Carlos Cardona, Ilustrador y caricaturista.


Publicaciones:


*Anuario del Salón de historietas y Caricaturas “Calicomix”

*Periodico “Ex-libris“ 2005 y 2006

*Casa Editorial El tiempo 2008-2009

*Revista Fucsia 2008-2009

*Periódico La Cronica del Quindío 2009-2014

*Libro “International Journal of Comic Art“ 2005 USA

*Libro “Cronicas Quindianas“ 2010

*Taller de Humor 2010-2014 USA


Premios y Reconocimientos:


*Gold Prize en el Fifth Free Cartoonet International Festival China 2006

*Silver Price en el Sixth Free Cartoonet International Festival en China 2007

*Primer Premio en el Festival Internacional de Caricatura Ricardo Rendon. Rionegro 2009.

Si deseas participar en esta sección, envía tu viñeta de humor o caricatura por medio del siguiente formulario
(Clic aquí para ir al formulario)


Caricatura de José Saramago por Carlos Cardona




MinCultura presenta tres publicaciones que promueven la preservación del patrimonio y la historia del país

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Con nuevas publicaciones, el Ministerio de Cultura busca fortalecer el sector del patrimonio cultural colombiano y crear conciencia frente a su preservación. También recopila, en un libro especial, la historia de la inmigración japonesa a Colombia.


El Ministerio de Cultura ofrece una metodología práctica para la formulación de los Planes Especial de Salvaguardia, PES. Es una publicación que recoge las acciones que se establecen para el reconocimiento y la preservación de las manifestaciones culturales colombianas de carácter inmaterial.

El manual Cómo elaborar un Plan Especial de Salvaguardia, se podrá consultar desde algunos dispositivos digitales como computadoras (de escritorio y portables) y dispositivos móviles de toda clase. Algunas secciones de este documento cuentan con recursos de video y enlaces alojados en páginas web.

El PES es un instrumento de gestión que sirve para guiar la salvaguardia de una manifestación cultural. Dicho instrumento debe ser el resultado de un acuerdo social y de un pacto administrativo. Se elabora a través de un proceso participativo entre todos los actores interesados en la salvaguardia de la manifestación, especialmente los portadores y gestores que la practican.

Asimismo, MinCultura lanza el Brochure de cooperación Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) como una apuesta estratégica para generar mecanismos que activen la cooperación de diversos actores, del orden nacional e internacional, en beneficio del patrimonio inmaterial. También está dirigido a apoyar las líneas de trabajo del Grupo del Grupo de Patrimonio Cultural Inmaterial, dependencia del Ministerio de Cultura que tienen como misión “…implementar las diferentes políticas ligadas a la salvaguardia del patrimonio inmaterial por medio de procesos y proyectos que impacten a diferentes comunidades presentes en el país. Las acciones son concertadas con las comunidades y buscan promover la participación social permitiendo a las comunidades su fortalecimiento y empoderamiento”.

Los interesados podrán acceder y descargar estos documentos, que se elaboraron desde el Grupo de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Dirección de Patrimonio, a través de la página web del Ministerio de Cultura en este enlace:
http://www.mincultura.gov.co/areas/patrimonio/publicaciones/Paginas/default.aspx

MinCultura presenta tres publicaciones que promueven la preservación del patrimonio y la historia del país


El arribo de los japoneses a tierras vallecaucanas y su expansión al resto del país


El libro En pos de El dorado: inmigración japonesa a Colombia fue escrito por la antropóloga santandereana, Inés Sanmiguel Camargo y publicado por el Ministerio de Cultura y el Fondo de Cultura Económica. Por su parte, Mariana Garcés Córdoba, Ministra de Cultura, se encargó de escribir la presentación de la publicación, en donde señala la importancia de esta cultura milenaria en nuestro país y destacó los 110 años de amistad y relaciones comerciales que cumplieron este año Japón y Colombia.

Según se cita en la publicación, “Este libro reconstruye la apasionante vida de quienes dejaron Japón y trataron de arraigarse en un país y en una época difíciles (…) y hasta el influjo de la María de Jorge Isaac, desfilan por estas páginas y le permiten a la autora contar, con buen pulso, el destino de quienes eligieron radicarse en el Cauca, el Valle del Cauca y el Atlántico”.

Los interesados en adquirir el libro En pos de El dorado: inmigración japonesa a Colombia lo podrán hacer visitando la librería del Fondo de Cultura Económica, calle 11 #5-60, en Bogotá o a través de su página web:
http://www.fce.com.co/LibreriaDetalle/ProdID/13369/CatID/9/003768#.WwyDGO4vyM8

MinCultura presenta tres publicaciones que promueven la preservación del patrimonio y la historia del país

Hay días en que estamos idos. O el fracaso de la adultez. O los niños envejecidos están asustados/engolosinados.

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Este libro de cuentos presenta seis historias en las que el narrador nos toma de la mano, como lo haría un abuelito buena gente que te quiere enseñar el camino, que va despacio y te invita a mirar a tu alrededor.



Por: Isabel C. Salas @Isacrisa86


Andrés Mauricio Muñoz es uno de los grandes narradores de nuestros tiempos, basta con leer algún párrafo al azar de su prosa para darse cuenta de eso. Pero cuando uno va un poco más allá y se sumerge en sus cuentos, como los de Hay días en que estamos idos, queda convencido, o por lo menos, así me pasó a mí.

Este libro de cuentos presenta seis historias en las que el narrador nos toma de la mano, como lo haría un abuelito buena gente que te quiere enseñar el camino, que va despacio y te invita a mirar a tu alrededor. Seis rutinas protagonizadas por hombres y mujeres, comunes y corrientes, con los que además es fácil identificarse, pues representan fielmente ese saberse adulto y fracasado en ese rol, al mismo tiempo.

Mujeres embolatadas que buscan en la maternidad algún norte; hombres que no tienen otro camino que improvisar eso de ser padres y esposos; niños creciendo solos bajo la sombra de esos padres sin brújula; mujeres que son madres de sus maridos; hombres que refugian sus angustias en alguna que otra amante; hijos que se resisten a llegar o que cuando llegan son tan impredecibles como la vida misma.

Todo “normal”, por supuesto, muy propio en estos tiempos de los niños envejecidos en que nos vamos convirtiendo los adultos, niños a ratos asustados y a ratos engolosinados, pero niños, al fin y al cabo.

Sin embargo, la gracia de este libro no se queda en el reflejo de esas rutinas, por el contrario, da un paso más allá. Después de hacernos creer que estamos en ese lugar seguro, porque lo conocemos y hemos estado ahí, cada historia da un giro difícil de predecir. Aparecen entonces situaciones absurdas, brutales y fuera de control, como espejos que deforman nuestro reflejo, que nos muestran la fragilidad de todo eso que creemos ser, pensar, sentir o tener. Ninguna certeza se mantiene, todas se derrumban con una explosión que inicia desde adentro.

Debo confesar que, más con unas que con otras, después de leer estas historias era inevitable sentirme un tanto perturbada, incomoda o, simplemente, puesta de cabeza.

Cada cuento abarcó mis pensamientos días enteros, mientras lograba en mi orden lógico de las cosas explicar lo que había ocurrido o justificar lo que yo, ante algo así, hubiera hecho.

Además de un sinnúmero más de razones, creo sin dudar que, justamente, es para generar esas emociones que por fortuna existe la literatura, por eso, no dejen pasar la oportunidad de tocarse las fibras a través de las letras de este libro.


Título: Hay días en que estamos idos

Editorial: Seix Barral 
Colección: Biblioteca Breve 
Páginas: 168



Rincón del poeta. Las olas duras y agrestes, resbalan sobre las rocas de Zunilda Borsani

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Rincón del poeta. Las olas duras y agrestes, resbalan sobre las rocas de Zunilda Borsani

Las olas duras y agrestes, resbalan sobre las rocas

Por: Zunilda Borsani
Montevideo, Uruguay

Las olas duras y agrestes, resbalan sobre las rocas
limando sus puntas finas y desdoblando canciones
Tantas veces han llegado hasta los poros profundos
rellenando los huecos de vacíos encontrados
Tantas veces! Tantas veces! rellené mis soledades
bañándome con los soles de las arenas doradas
acariciando mi pelo, el viento de las mañanas
y con mis plantas desnudas, desnudé toda mi alma
sentada sobre aquel muro, muro blanco de mi playa.
Soñé con mis veinte años, muchos sueños sin fracasos
y mirando alrededor, miraba pasar los años
Tantas veces! Tantas veces! llené mi vida soñando
y deshilvanando sueños, para luego ir enhebrando
Respiré un aire puro de adolescente callada
de amores que fueron míos y nadie los encontraba
Qué sólo el adolescente camina por esas playas
entre risas y canciones, parece dueño del mundo
y sin embargo qué breve esos momentos alegres
sobre la arena descalza, mirando crecer
la vida con los ojos proyectados
Querer sin saber qué quiere, amar sin saber qué ama
rebeldías y dolencias sobre su mente callada...
Esas olas son las mismas? Esas rocas ya gastadas?
Estos ojos que las miran se proyectaron con ansias
sobre este mundo de locos rellenando soledades
Y tantas veces he ido, tantas veces he golpeado
que he limado las aristas de mis sueños encontrados.



Biografia 



Zunilda Borsani nació en el departamento de Florida, escritora de LIJ y plástica. Ha publicado varios libros en Montevideo, Puerto Rico, Colombia, Argentina y Venezuela en compañía del escritor José Gregorio González y actualmente publicó el libro Sobre la vida y obra del pintor nacional José Gurvich. Realiza talleres con niños y jóvenes en escuelas y liceos de la capital e interior. En este momento está escribiendo el sexto tomo de la colección "Un paseo por mi ciudad" con varias declaraciones de interés.

Redes


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Los eventos imperdibles este mes en el Fondo Cultura Económica – filial Colombia

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Los eventos imperdibles este mes en el Fondo Cultura Económica – filial Colombia


El Fondo de Cultura Económica, filial Colombia, los invita a participar en todos los eventos que hacen parte de la agenda cultural del mes de junio. En esta ocasión serán 31 actividades culturales: conversatorios, conferencias, conciertos, ciclos de cine y actividades para niños. Además, dos exposiciones, un festival y la Gran Venta de Bodega.


Festival “Más allá del pancracio”


En el marco del año México-Colombia, la Embajada de México en Colombia, el FCE – Filial Colombia e INDIGNT organizan el Festival “Más allá del pancracio”, el cual tiene como propósitos divulgar la lucha libre como un icono cultural de México y crear un espacio para la reflexión y el debate a partir de actividades paralelas entre conversatorios, talleres, concierto entre otros.


Exposiciones


A propósito del Festival “Más allá del pancracio”, habrá una exposición en la Sala Débora Arango abierta hasta el 1 de julio. Y en el patio central, del Centro Cultural Gabriel García Márquez estará la exposición: “Volando a las raíces muisca y tayrona”, del 7 de junio al 29 de julio, su inauguración será el 16 de junio, a las 12:00 m, y se realiza con el apoyo de Viento Teatro y el Ministerio de Cultura.

Los eventos imperdibles este mes en el Fondo Cultura Económica – filial Colombia



Ciclo de cine ecuatoriano


En esta oportunidad, con el apoyo de la Embajada de Ecuador en Colombia, se pretende dar a conocer más sobre el cine ecuatoriano. Por esta razón, se proyectarán 4 películas interesantes y entretenidas.


Franja de conferencias sobre economía


Junto con la Universidad Jorge Tadeo Lozano, se realizarán en la Librería del FCE cuatro conferencias que tratan temas como: educación y mercado laboral en el sector rural, implicaciones de las nuevas políticas comerciales de Estados Unidos para México y el resto del mundo, el capitalismo y la minería.


El FCE tiene ofertas y el regalo para Papá


El Fondo de Cultural Económica quiere consentir a su comunidad, es por esto que, hasta el 2 de julio, podrán encontrar libros para todo tipo de público y a muy buen precio, en la Gran Venta de Bodega. También lanzarán una campaña en la que todos los libros del sello FCE tendrán un 20% de descuento con el fin de celebrar el día del padre.


Encuentros con autores


Se llevarán a cabo varias presentaciones de libros que tocan temas como las energías renovables, la política del matrimonio gay y por supuesto, conversaciones entorno a la literatura en el cuento del cuentista.


Actividades en familia


Los sábados y domingos estarán dedicados a los niños, con dos actividades para disfrutar en familia Recrea tu sábado y Cuenta cuentos, a partir de las 12 m en la Librería FCE, del Centro Cultural Gabriel García Márquez, sede del Fondo de Cultura Económica, Filial Colombia.



Conozca los detalles de nuestra programación aquí.



Rincón del poeta. Padre Nuestro insumiso de Jesús Alonso Velásquez Claro

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Padre Nuestro insumiso


Por: Jesús Alonso Velásquez Claro
Girón/Santander/Colombia


Padre Nuestro, hermano de mi angustia cósmica:
Vuelve victorioso a redimir la tierra,
a entender la lucha del hombre que espera
con tu luz radiante, guiarse en esta guerra
de los oprimidos, de los desahuciados,
de los ofendidos, de los despreciados,
de los detenidos, de los masacrados,
de los maldecidos y vilipendiados,
de los constreñidos, de los olvidados,
de los perseguidos, de los apresados,
de los confundidos, de los torturados,
de los que cansados de tanta injusticia
quieren rebelarse para ser salvados…

Que el hambre en el mundo se sacie y los niños,
puedan ser felices sin trucos ni engaños
y que los ancianos de pasos perdidos,
en un sitio justo terminen sus años.

Que no perdonemos a quienes tanto daño
con sus mil pretextos le han hecho a la tierra:
matando animales, talando los bosques,
secando los ríos, pervirtiendo al hombre;
regando semillas de resentimiento
para que los pueblos adopten la guerra
como si esta fuera un nuevo mandamiento.

Y así como medrosos nuestro mundo ofenden,
que pidan perdón, si es que perdón quieren…
¡Y no nos dejes, Señor, ni un momento,
tener el poder de causar sufrimientos,
tal como lo han hecho tiranos abyectos
de corbatas blancas y falsos presupuestos;
corruptos con nombre, sin castigo y sueltos,
robándole al fisco lo que es para el pueblo
con la venia infame de los parlamentos…
Que vuelva tu Reino a revivir los muertos
que han dejado impunes tantos desgobiernos…
Libéranos pronto, ven ya, sin demora,
detén la crudeza de este largo invierno
en el que navegan del hombre las penas…
Que se cumplan siempre, Señor, tus promesas,
así sea en la tierra, como en estos versos!



Biografía 



Jesús Alonso Velásquez Claro. 5 de Junio de 1956. Ocho semestres de Filosofía y Letras, Universidad Abierta y a Distancia de la Universidad Santo Tomás, seccional Ocaña. Poemario Amaneceres y Ocasos (Cúcuta,1978), A golpe de versos y Así en la tierra como en mis versos (SIC Editorial, Bucaramanga 2003-2014), Orden Ramillón de Oro (La Playa de Belén, 1993), Pluma Dorada de Santo Tomás de Aquino, Universidad Santo Tomás (Floridablanca, 2003). Inclusión en el Diccionario latinoamericano de Poetas (Editorial Libros y Letras, Abril de 2011). Casa de la cultura y el Colegio Fray José María Arévalo de La Playa de Belén, se identifican con su nombre.


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