Pienso que es mejor regalarle al papá un buen libro y no una botella de whisky. La segunda opción es buena porque uno ve al viejo feliz junto a su gente, pero se le evapora esa felicidad al cabo de las horas. Por eso prefiero el libro, pues sé que le servirá hasta el fin de sus días. A mis hijos, de 9 y 10 años, les he dicho lo mismo con respecto a mi.
Leonardo Montes J.