- Muchas cosas buenas, buenísimas de la Feria, por ejemplo: Le Clezio ¡maravilloso! John Katzenbach, inigualable, lástima que se hubiera aprovechado su presencia en otras actividades; muy buen trabajo de la Universidad Externado de Colombia con el periodismo colombiano e internacional; los libros más vendidos los de Laura Restrepo, Piedad Bonnett y Mario Neira este último el de las 1001 anécdotas de Millonarios; muy bueno el foro sobre “Consumo cultural”; excelente la labor de la Cámara del Libro; muy bien por Vladdo y Un Pasquín además de la rosa blanca; la presentación del libro La voz de Juan Páramo; el coctel de presentación de Perú como Invitado de Honor el año entrante; el Pabellón Infantil se lució con su interminable programación; Günter Wallraf excelente; maravillosa “La noche de los libros”; muy bien la Oficina de Prensa, emitiendo boletines diferentes, cargados de historia como el que tomamos hoy sobre las editoriales independientes; la presencia de Gerardo Reyes, Ángela Patricia Janiot y muchos colegas que hacen buen periodismo al otro lado de las fronteras.
- Lo regular: la actividad de los Departamentos que no se conoció por ningún lado; lo mismo los diferentes stands de las Universidades que pasaron casi sin pena ni gloria; los stands de los caricaturistas, muy desordenado y sucio; un caricaturista llegó a cobrar $35.000 pesos…hmmmm, bueno es culantro, pero…; los estudiantes pidiendo papeles y botándolos después, todos iban sin norte, sin saber adónde ir; las diferencias de los precios, como por ejemplo La araña de Clarece Lispector, en un stand estaba en $72.000 y en otro, con el mismo sello, en $45.000 y en otro en $25.000; regular lo que sucede siempre en la Plazoleta de las Comidas: desorden, colas, ruido, basura, incomodidad y precios; pagar por una gaseosa $5.000 pesos…
- Lo malo: la lluvia.
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Feria del Libro de Bogotá
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