Entrevista con Mónica Montes, directora editorial de Mo Ediciones.

Mónica Montes: «Me di cuenta de que mis libros hablan de la diferencia»

Desde pequeña, Mónica Montes se recuerda con libros en sus manos, especialmente los que leía en el colegio la intrigaban e iban sembrando en ella esa semilla que hoy la tiene encabezando su propia editorial: Mo Ediciones. Recuerda particularmente La cabaña del tío Tom, aún conserva la edición de Editorial Bedout y, Platero y yo, que leyó en quinto de primaria, dos libros que la hicieron soltar lágrimas con sus finales.

Aunque no era tan cotidiana la literatura en su casa, evoca a su abuela, quien viajaba de Lima siempre con un libro en la mano. Se quedaba por largas temporadas en Bogotá y se sentaba en la sala a leer, por lo general, novelas. Una complicidad que las unió mucho. Su padre hacía que Mónica y sus hermanos, después de vacaciones, escribieran un relato de lo vivido durante ese periodo de descanso, Mónica compraba un cuaderno, recortaba imágenes y hacía libritos. Aún conserva uno de ellos. La lectura, la escritura y la edición han sido una constante en su vida.

Mónica Montes es Profesional en Estudios Literarios de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, con especialización en Periodismo de la Universidad Andes y maestría en Edición de libros de la Universidad Alcalá de Henares (España).

Conversamos con Mónica Montes para conocer de cerca su labor en el mundo editorial desde Mo Ediciones.

Antes de tomar la decisión de renunciar, un amigo me buscó para que le editara su libro y fue este trabajo, definitivamente, el que me dio el impulso necesario para comenzar mi vida como editora independiente.

— ¿Cómo inicia su camino en el sector editorial?

Una vez me gradué, un amigo que trabajaba en Editorial Norma me recomendó porque necesitaban copy editores para un proyecto de una enciclopedia en CD ROM. Empecé a trabajar recién graduada y desde ahí no he dejado de hacerlo; ya sea como correctora, editora, escritora, incluso, haciendo páginas web después de regresar de una temporada de vivir en Brasil. Durante un tiempo enseñé lecto-escritura en la Universidad Javeriana.

Un día leyendo el periódico, cuando daba las clases, encontré un clasificado en el que convocaban a editores con perfiles en humanidades, no se requería de experiencia y me postulé. Me llamaron, pasé el proceso de selección y fue así que entré a trabajar en Panamericana Editorial, lugar donde aprendí más sobre la edición de libros. El trabajo en Panamericana, en esa época, fue muy emocionante porque desarrollábamos múltiples proyectos; conocí a autores, ilustradores, aprendí la parte técnica de la impresión, del manejo de archivos, de contratos de edición y de la compleja dinámica de las ferias del libro, pues viajé a Guadalajara dos veces en reconocimiento a mi labor; aprendí de todo. Luego gané una beca para estudiar mi maestría de edición en España y renuncié.

— ¿Cómo surge Mo Ediciones?

Cuando regresé de España llegué con la ilusión de crear mi propia editorial, pues ya había aprendido a manejar los programas de maquetación y tenía muy fresca la información sobre el tema. Empecé a hacer trabajo freelance mientras consolidada mi proyecto, pero lo que se presentó fue otro trabajo como editora en Legis y aplacé mi sueño hasta el 2013, año en que renuncié para crear mi editorial.

Antes de tomar la decisión de renunciar, un amigo me buscó para que le editara su libro y fue este trabajo, definitivamente, el que me dio el impulso necesario para comenzar mi vida como editora independiente. El proyecto que imaginaba era publicar libros digitales y ofrecer mis servicios editoriales a particulares y editoriales. Generé una buena plataforma web para la descarga de los libros electrónicos y una página para ofrecer mis servicios. Así nació Mo Ediciones, como una empresa de proyectos y servicios editoriales, y Contraviento fue el primer proyecto que se enfocó solo a libros digitales.

Empecé a publicar narrativa, ya sea novela corta o cuentos, pero luego leí un ensayo de una autora y le propuse publicarlo, y lo hicimos; luego recibí un cuento infantil con unas ilustraciones bellísimas, diferentes, un libro hermoso y no dudé en publicarlo.

Al inicio trabajé con una asistente que fue como mi ángel guardián. Ella era muy creativa, ilustraba y tenía conexiones en el medio. De ella es el logo de Contraviento Sello Editorial y de muchas imágenes promocionales que utilicé en la época. Por intermedio de ella, Manuela Fajardo, me llegó un original para un libro impreso y que buscaba poder participar en la Beca del Ministerio de Cultura. En una semana montamos la propuesta, yo lo diagramé, Manuela hizo las ilustraciones, hicimos la maqueta, porque en el 2014 se tenía que entregar una maqueta de cómo quedaría el libro. Hicimos el trabajo y valió la pena porque nos ganamos la convocatoria. Fue en ese momento que Contraviento ya no solo podía ser digital y empecé a publicar en papel, siendo el primer libro ¿Alguna vez jugaste a las escondidas? de Mauricio Arévalo Arbeláez el ganador de la convocatoria.

— ¿Qué temáticas abordan sus publicaciones?

Empecé a publicar narrativa, ya sea novela corta o cuentos, pero luego leí un ensayo de una autora y le propuse publicarlo, y lo hicimos; luego recibí un cuento infantil con unas ilustraciones bellísimas, diferentes, un libro hermoso y no dudé en publicarlo. Y aunque al inicio estaba como muy encasillada en que fuese solo narrativa, fui viendo otras editoriales, sobre todo en España, que no necesariamente publicaban un género en específico. Así que al ver el fondo que venía construyendo me fui dando cuenta de que mis libros son sobre temas muy particulares: suicidio, feminismo, adopción, búsquedas internas, violencia urbana, depresión, es decir, sobre la aparente “diferencia”. Y este tipo de temática es la que quiero mantener sin dejar, obviamente, de lado otros temas. Pero sí, en particular, libros que entren en conversación con aquellos temas de los cuales se habla poco, que hoy han adquirido importancia y que se hacen visibles en los diferentes géneros literarios que pueden abordarlos.

Me gusta contar la historia del libro Vampiros en Melgar, fue el primer manuscrito que recibí recién monté la editorial. Con Miguel Mendoza fuimos compañeros en la universidad y cuando le comenté de Contraviento y sobre la publicación en digital, me dijo que tenía un cuento que si me gustaba lo publicara como ePub.

— Coméntenos de algunos libros de Mo Ediciones

El libro de Mauricio Arévalo, ¿Alguna vez jugaste a las escondidas? trata del suicidio en un joven, escrito a varias voces, incluso, mezcla la narrativa con la dramaturgia, y logra en el lector de cualquier edad una sintonía muy fuerte. De este mismo autor publiqué un libro infantil sobre la adopción, sobre parejas del mismo sexo y sobre la pérdida de una mascota, se llama Un álbum familiar y es una historia bellísima en donde el tema transversal termina siendo es el amor, el tema universal por excelencia.

Otro libro infantil, Respirar, es una historia maravillosa sobre un niño que estaba enfermo en un hospital pero que en sueños se le aparecía una loba y lo invitaba al bosque a tocar las tamboras, y cada vez soñaba más con música; en la historia, cuando el niño mejora va a buscar una guitarra para aprender y encontrar en la música lo que lo hace respirar en este mundo. Cuando leí la historia entendí que era un tema sobre el llamado a hacer lo que nos dicta el alma. Este libro es de Doris Castellanos, tanto el texto como las ilustraciones.

Otra autora interesante es Luz Ángela Uscátegui, quien escribe cuentos en donde sus personajes, femeninos por lo general, están en realidades surreales en un límite muy delgado entre lo cómico y lo absurdo.

El libro del ensayo al que me referí en líneas anteriores es increíble. Con un tono poético la autora logra que el lector se interese por Las invisibles de la Generación del 27 en España, mujeres que vivieron y escribieron en una época particular de la guerra civil española. La autora, María Clara González de Urbina, hace una investigación sobre las mujeres que escribieron poesía durante la Generación del 27 en España y que no tuvieron la visibilidad de los hombres poetas. Además, en el libro analiza la obra de tres mujeres escritoras y al final hace un listado con biografías y citación de obras como un homenaje de visibilidad.

Otra autora interesante es Luz Ángela Uscátegui, quien escribe cuentos en donde sus personajes, femeninos por lo general, están en realidades surreales en un límite muy delgado entre lo cómico y lo absurdo. En todas las ferias a las que llevo sus libros, aparecen lectoras en silencio que toman el libro en sus manos y luego no lo sueltan y se los llevan felices como si hubiesen encontrado un tesoro desconocido. El anuncio de Clementina y otros relatos desaforados y Piel utópica son los dos libros publicados por la autora. Está también el libro de Alejandro Campos, cuya fama se debe al haber sido cuentero, actor y actualmente hace stand comedy. Escribió Aquí a veces llueve todo el tiempo. Ya no está disponible en impreso pero sí en digital. Es una historia sobre la violencia urbana, esos grupos de limpieza social que actúan como fantasmas casi siempre en las noches frías y lluviosas de Bogotá.

Me gusta contar la historia del libro Vampiros en Melgar, fue el primer manuscrito que recibí recién monté la editorial. Con Miguel Mendoza fuimos compañeros en la universidad y cuando le comenté de Contraviento y sobre la publicación en digital, me dijo que tenía un cuento que si me gustaba lo publicara como ePub. Me encantó. Lo publiqué en la página como digital. El año pasado hablamos sobre el libro y le dije que tenía un proyecto para hacer un comic con esa historia, y aunque no pude hacer el tan esperado comic, sí lo editamos con unas ilustraciones tipo comic urbano que le dan a la historia una fuerza espectacular. Lo lanzamos para la FILBo 2022 con un texto que el autor trabajó, amplió y hasta le cambió ciertos giros del lenguaje y algunos rasgos de los personajes acordes al momento.