No. 6.419, Bogotá, Viernes 31 de Mayo del 2013
No necesitas ser sicólogo para saber si alguien vale la pena, simplemente pregúntale qué ha leído y ya sabrás la respuesta.
Samuel Brönte
Nos escriben
Después de haber leído algunas novelas de colombianos jóvenes, pienso que hay un tufillo de estrellato en ellos, no en todos, obviamente. Y lo digo porque a varios de ellos les falta rigor en la estructura de sus novelas, en los temas tratados, en la forma como construyen sus personas; todo, a cual más, es evanescente, es leve, muy leve. Y lo voy decir con todo respeto: ¿algún lector de Santiago Gamboa recuerda dos personajes de cada una de sus novelas? Les puedo asegurar que no, pero yo me puedo equivocar y ojalá me equivoque, porque afirmar así, no es lo correcto, pero es tal la seguridad que tengo, que lo digo categóricamente. Creo que en ellos han prisa por figurar, entrevístenme, llámenme, fotografíenme y la literatura es una forma de vida distinta ante la misma vida. Soy profesor de literatura acá en Cali y los debates con los estudiantes son realmente “tesos” y son gente que se está preparando para enfrentarse a este durísimo campo de la enseñanza y de la escritura.
Eduardo Rosales.
