Aquellos años del boom, del periodista español Xavi Ayén, es una exhaustiva investigación.
Tomado de La Tercera/ Santiago. La biografía es débil en la tradición literaria hispánica. De hecho, las mejores, sobre Borges, García Márquez y Lorca, fueron escritas por dos hispanistas británicos y uno irlandés. Por eso, Aquellos años del boom, de Xavi Ayén, periodista del diario La Vanguardia de Barcelona, constituye un aporte. No es una obra académica sino una correcta y seria investigación periodística sobre dichos autores y su entorno, además de una chismografía que levantó polvareda en España.
El boom fue en sentido amplio un fenómeno literario y, en el estricto, una pléyade: nunca se habían juntado tan notables narradores y que mantuvieran nexos de amistad y afinidad política. No es comparable al siglo de oro ruso ni a movimientos como el futurismo o el surrealismo. Para Ayén, los miembros indiscutidos son Cortázar, Fuentes, García Márquez y Vargas Llosa, pero se explaya también sobre Mutis, Bryce Echenique, Edwards, Cabrera Infante y Donoso. Además, se rescatan las figuras de Carlos Barral, Carmen Balcells, los distintos escenarios -México D.F., Buenos Aires, París y Barcelona- y el contexto cultural que lo permitió. Los 60 fueron quizá la única vez en que América Latina estuvo de moda en Europa, tal vez porque se creía que los experimentos utópicos de aquí señalarían el camino a seguir. En efecto, Ayén acierta cuando señala que el boom es inseparable de Cuba: antes del caso Padilla es el elemento aglutinador, luego el divisor.
El libro es una magnífica biografía colectiva: la investigación que sustenta las 900 páginas es notable: todos los protagonistas dieron entrevistas salvo los occisos, Barral, Cortázar y Donoso, explicándose los lazos entre ellos, también sus rupturas. Se incluyen más de 70 fotografías, un índice onomástico y mapas de Barcelona con indicación de librerías, editoriales y residencias de escritores, así como los restaurantes y bares que frecuentaban. Atinadamente, Ayén no incurre en análisis literarios. Con todo, el libro se habría beneficiado de una poda: casi 120 páginas para Barral y Balcells son excesivas, considerando que son figuras secundarias. También numerosas repeticiones y hasta un mayor hincapié en el celebérrimo puñetazo de Vargas Llosa a García Márquez. Una revisión más rigurosa habría mejorado el texto. No es verdad, por ejemplo, que el mencionado knock-out fuera durante el estreno de Supervivientes de los Andes, de René Cardona, ni en el Palacio de Bellas Artes, sino en el de La odisea de los Andes de Alvaro Covacevich en la sala de la Canacine de México. Como esta, hay varias otras inexactitudes. Y, como se imprimió un mes tras la muerte de García Márquez, se lo cita como si viviera y en otras no.
El libro más importante sobre el boom seguirá siendo Historia personal del “boom” de José Donoso, la única descripción contemporánea e interna del mismo. Además de complementarlo Aquellos años del boom es la más exhaustiva investigación sobre el tema: constituirá una obra perpetua de referencia para el estudio de las relaciones entre los miembros del grupo.
