Nicolás del Hierro
Ven amada esta noche
al jardín de mis sueños,
que entre el agua y la brisa
tengo rosas de fuego.
Tengo oculta en la fronda
de ramajes espesos
una historia tan bella
como tiene de cierto;
una historia-romance
de sencillos misterios…
Ven, amada, al jardín
que esta noche te espero.
Si te agrada escucharla
bajo un toldo de almendros,
donde placen mil aves
las delicias del sueño,
buscaremos un tronco
que hay romántico y viejo,
y, entre el bosque callado,
te diré mis secretos.
Y si acaso tuvieres,
por la penumbra, miedo,
hay un seto florido,
ideal para ensueños,
donde ensarta el rocío
su collar de reflejos,
y, entre perlas y flores,
te diré mis secretos.
Si te agrada la linfa,
tengo un lago de espejos
con un yate de luna
que conducen luceros,
donde embarca la noche
su canción de silencios,
y, entre luna y cristales,
te diré mis secretos.
Ven, amada, esta noche,
al jardín de mis sueños
que te guardan mis labios
un enjambre de besos.