Unidos por los bosques.
Deforestación y degradación del bosque aumentan carga del trabajo femenino mundial.
Fundación Natura Colombia. Ya que la responsabilidad de la mujer en los países en desarrollo es sobre todo la de satisfacer las necesidades alimentarias y de combustible, la desaparición de los bosques la pone al límite de su resistencia física y psicológica. Según la FAO, en África Oriental la escasez de leña redujo el número de comidas en los hogares pobres, mientras en Malawi las mujeres recorren 10 km diarios para recoger leña.
Según el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales entre las expresiones de violencia que marcan la vida de las mujeres están, entre otras, la pérdida de sus territorios a manos de grandes empresas, la contaminación, la degradación de los ríos y los suelos, de los cuales dependen para subsistir ellas y sus familias.
A su turno, la FAO subraya que dada esa responsabilidad femenina para cubrir las urgencias alimentarias y de combustible de la familia, el agotamiento de los recursos forestales aumenta indudablemente su carga de trabajo.
Las mujeres dependientes de los bosques trabajan en labores tradicionales: huertos caseros, recolección y venta de madera, productos derivados de los árboles. Son responsables de la recolección de leña y de plantas silvestres usadas para la alimentación y para la medicina. En Buthán son las únicas responsables de recolectar leña.
Investigaciones de la FAO acreditan que los árboles y los bosques son más importantes para los medios de vida de las mujeres rurales que para los hombres. En Madagascar mujeres de cierta comunidad obtuvieron el 37% de sus ingresos de los productos forestales mientras los hombres sólo el 22% y en la India, mujeres de algunas zonas, lograron ingresos del 77% de los bosques.
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