Amazon y Hachette firman la paz

Las dos multinacionales llegan a un acuerdo para trabajar juntos.

Tomado de Estrandarte.com Saquen los pañuelos y enjuguen sus lágrimas, lectores de Estandarte, porque uno de nuestros culebrones favoritos llega a su fin: Amazon y Hachette han firmado la paz. El gigante de internet y la filial en Estados Unidos del emporio editorial francés, a su vez uno de los cuatro principales grupos del negocio de la literatura en Norteamérica, firman un acuerdo y dan por zanjada su particular guerra.

Un conflicto en el que han involucrado a autores y lectores, apelando a que el consenso entre ambos proporcionaría beneficios mayores a unos y precios más bajos a otros, según se diera el caso. Para quienes se estremecieron con la carta de los autores de Hachette en defensa de sus editores, y también para aquellos que se emocionaron con la petición por parte de Amazon de lluvia de correos electrónicos al consejero delegado de Hachette, esta historia de desamor —más que de amor— se resuelve con un acuerdo vigente a partir de 2015 y sobre el que no han querido proporcionar detalles, según con breve comunicado conjunto. Sin embargo, que no cunda el pánico: Amazon ya ha levantado el veto a los libros de este grupo.

Hachette Book Group y Amazon han anunciado que las dos compañías han cerrado un nuevo acuerdo de varios años para las ventas de libros físicos y electrónicos. Hachette bajará los precios gracias a los incentivos económicos específicos que Amazon le brinda, más generosos conforme el grupo editorial más rebaje el precio de sus libros electrónicos, y a cambio Hachette podrá fijar los precios de los libros que les parezca conveniente, teniendo siempre en cuenta la cláusula anterior.

En opinión de Michael Pietsch, consejero delegado de Hachette en Estados Unidos, y a quien el equipo de Amazon Books te pedía que escribieras este verano, el acuerdo supone una gran noticia para los escritores, beneficiados por una enorme capacidad de marketing con uno de sus socios comerciales más importantes.

Termina así un rosario de acusaciones y protestas cruzadas, que entretuvo el verano de los interesados en el futuro del libro electrónico. Condiciones propuestas y difundidas para forzar una respuesta, manifiestos respaldados por escritores influyentes... ¿Han escrito Amazon y Hachette el final de su tormentosa historia con este acuerdo, o se trata tan solo de un penúltimo capítulo?