Unidos por los bosques.
Los bosques más antiguos de la tierra también están en América Latina.
Fundación Natura Colombia. Los bosques más antiguos que quedan en la tierra se encuentran, primero que todo, en la Amazonía seguidos por los que aún sobreviven en África Central, sureste asiático, Rusia y Canadá. En el resto del globo terráqueo o éstos han desaparecido o entonces, su masa forestal ya ha sido explotada, intervenida o recuperada con posterioridad.
En documentos de la FAO, de la cobertura forestal original de la Tierra, la mitad ha desaparecido y de ella sólo la quinta parte permanece como extensiones de bosque antiguo, ecosistemas formados “básicamente por el acontecer natural y con impactos humanos relativamente reducidos”. No obstante, dichos documentos hacen la salvedad de que estos ecosistemas forestales naturales son el último refugio de la mayoría de las especies vegetales y animales que viven en los bosques.
Advierten estos escritos de la FAO que “el bosque antiguo restante está amenazado” y que “y que no hay una sola región en que los bosques antiguos estén debidamente protegidos”. A reglón seguido hablan de todas las especies animales que por la desaparición de estos bosques están en peligro de extinción como el jaguar de la Amazonía, pero también el oso de anteojos y demás fauna de los bosques nativos y altoandinos.
Para los especialistas de Greenpeace, cuyos documentos publica FAO, la degradación y destrucción permanentes de los últimos bosques antiguos del mundo significarán también “la desaparición de los pueblos que tradicionalmente vivían en ellos y de su cultura, su lenguaje y su religión”, anunciando que el desplazamiento y la erosión de los valores y prácticas tradicionales suelen conducir a la pobreza y a la indigencia cultural
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