Tomado de La Prensa/ Managua. Como un “alto valor en nuestras letras en Latinoamérica”, fue valorado el escritor Sergio Ramírez por René González, presidente del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, durante el brindis de honor que se le tributó por haber obtenido recientemente el Premio Carlos Fuentes, por su creación literaria.
Su fecunda producción literaria y premios internacionales, “llenan de orgullo y ponen en alto en nombre de nuestro país, y hace de Ramírez uno los escritores más apreciados del habla castellana”, destacó González.
Por su parte Carlos Blasco B., de la Segunda Jefatura y Encargado de Asuntos Culturales de la Embajada de España en Nicaragua, en breves palabras dijo que Ramírez ahora estará de “moda”, prueba de ello es el premio del cual también se sienten orgullosos, del galardón en español.
Ramírez recordó que poco después de recibir la noticia del premio de Rafael Tovar y de Teresa, presidente Consejo Nacional la Cultura y las Artes de México, Conaculta, recibió numerosas llamadas de la prensa internacional, y se sintió “bendecido por la literatura” por distintas razones: la primera porque había ganado un premio con el nombre de Carlos Fuentes.
Dedicado a los jóvenes escritores
Después porque fue propuesto por la Fundación García Márquez, en tercer lugar porque el anterior premio se le había dado a Mario Vargas Llosa, otro de sus maestros, y por último, el premio coincidió con el primer centenario de nacimiento de Julio Cortázar.
Asimismo dijo que este nuevo galardón lo dedicada a los jóvenes escritores de Nicaragua y Centroamérica.
Ramírez, también dijo que “el deber de un escritor que ha sido armado con la palabra es no callarse, y cuando uno logra de alguna manera relevancia en la literatura sabe que su voz a recibido un poco más de volumen”, al agradecer el brindis de honor tributado por la Embajada de España en Nicaragua, y el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica.
“Y que esos altavoces deben usarse para hablar como ciudadanos sobre aquellos asuntos sobre los cuales uno no debe callar”, añadió Ramírez, citando como de ejemplos al mismo Fuentes, y a José Saramago.
Según Ramírez “el deber de un escritor que llega a la madurez es respaldar a los jóvenes que siguen por este “difícil y a veces poco atractivo camino”, generosidad que aprendió del mismo Fuentes. “y una de las grandes alegrías de un escritor es darla alegrías a un país que las tiene tan pocas”, manifestó.
Sus palabras fueron aplaudidas por escritores, amigos y familiares, reunidos en el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica.
Bajo estos augurios Ramírez se prepara para viajar a México y recibir el premio en Enero; y espera el mismo “traiga fortuna a las letras nicaragüenses, para que sigan creciendo y expandiéndose”.
