Eutiquio
Maruja Vieira (Colombia)
- Euriquio, he estado haciéndole gambetas
a este dolor de tu muerte.
Pero hoy, catorce de mayo, a las seis de la tarde
tu muerte vino de frente
como una manada furiosa de soles.
Fuiste duro para morir. No te decidías a marcharte.
Pensabas que todavía era posible luchar,
levantar de nuevo los ídolos rotos,
recobrar las banderas perdidas.
Para ti los ídolos estaban intactos,
las banderas ardían en el viento.
Fuiste duro. Luchaste
contra la muerte y su puñal en alto.
Y te rendiste al fin cuando la mano
de quien más te amó en la vida
acariciaba tus manos.
Cordelia de un Rey Lear derrotado
que nunca quiso darse por vencido.
Nota: envíen sus poemas a culturalibrosyletras@gmail.com