Monólogos sobre rotondas, herencias, trapos...
Tomado de Estandarte.com En A mí este siglo se me está haciendo largo Luis Piedrahita se vuelve a valer de su particular humor para dar original y divertida entidad a algunas de las cosas, espacios, utensilios y lugares comunes que ocupan nuestra vida diaria: las salas de espera, el queso, las rotondas, las herencias, los trapos, las tapas de los retretes, la nevera, el estornudo, las esponjas, la vagancia o el marisco...
En los monólogos de Luis Piedrahita recogidos en A mí este siglo se me está haciendo largo encontramos reflexiones como las siguientes:
(Sobre las salas de espera)
“Toda sala de espera que se precie ha de tener una mesita con revistas. Hay algunas que no sé a qué esperan para cambiar las revistas. He llegado a ver Interviús de antes de que se inventara la silicona”.
(Sobre las alarmas de los coches)
“Las alarmas pueden dispararse por muchos motivos, por ejemplo porque sí. Ése es el motivo más frecuente. El segundo es la caída de meteoritos o invasiones de Godzilla, en cuyo caso el hecho de que te roben el coche es un problema menor. Sólo el uno por ciento de las alarmas corresponde a coches que están siendo robados. Si oyes una, es mucho más acertado bajarse al refugio nuclear que ir a ver qué le pasa al coche”.
El libro se estructura en cinco epígrafes, bajo los que se agrupan los diferentes objetos o lugares que Luis Piedrahita revitaliza con el prisma del humor: la ciudad, el despacho, la casa, la comida y la condición humana. Los textos de Luis Piedrahita son muy divertidos, pero a la vez también tiernos, cautivadores y muy cercanos. No es de extrañar que tenga más de medio millón de seguidores en Twitter…
