Quantcast
Channel: Libros y Letras
Viewing all articles
Browse latest Browse all 14726

Perú, una historia que se baila

$
0
0

Por: Julie Abril R.*



Aunque la cosmovisión de los pueblos originarios en el cono sur fue transformada por los colonos europeos y el mestizaje con los esclavos africanos, aún bailamos en honor a la tierra indígena, pero con la pasión de la sangre negra y mucho de influencia española.

Una muestra de esto son las danzas peruanas, que siguen vigentes y hablan de la vida diaria del que siembra, del cazador, del guerrero y del colonizador; del carnaval, las creencias religiosas y los hechos históricos.

La riqueza dancística de este país hermano va mucho más allá de La Marinera y el Alcatráz; hay que adentrarse un poco en las provincias para encontrar tesoros folclóricos capaces de asombrar por su carga de identidad ancestral y la mezcla de historias llegadas en barcos hace varios siglos atrás.


La Chonguinada 

Es una danza de celebración grupal pagana, burlesca y satírica, que proviene del Minué francés y representa a ritmo de Muliza los bailes cortesanos de los gachupines españoles. 

Se cree que recibe su nombre como derivación de ‘chunga’, que significa mofa o burla festiva; en la actualidad se practica en los departamentos de Junín y Cerro de Pasco en las Fiestas de las Cruces de Mayo.

Los atuendos de las parejas rememoran la moda europea del siglo xviii en colores vivos, con decoraciones metálicas y brillantes, y los hombres llevan una máscara que representa a un europeo con la piel blanca y ojos claros.


Los Carapachos

Los escritos franciscanos registran a los Carapachos –unión de las palabras quechua cara o gara (rostro) y pachos o pachucos (pintados)- como una tribu indígena guerrera, defensora de su territorio, quienes pintaban sus rostros cuando iban de caza o a la guerra.

La danza, que lleva su mismo nombre, describe los ritos espirituales y luchas cuerpo a cuerpo en las que debían participar los hombres para demostrar la fuerza y valentía que les daría el privilegio de ser escogidos por el cacique como cazadores, recolectores de frutos y pescadores. 

Los bailarines representan también las largas travesías en la selva para llevar suficientes provisiones, pues de ellos dependía la supervivencia de la tribu. Al tiempo, sus mujeres dan plegarias al dios de cada guerrero para que tenga éxito en su misión y tras su regreso, el pueblo celebra en homenaje a ellos.


Samba Landó 

Aunque la historia de la vida cotidiana de los esclavos y sirvientes africanos llevados al Perú se ha perdido con el pasar del tiempo, y con ella sus danzas y celebraciones, se cree que la Samba Landó es un baile afroperuano descendiente del Lundú, una danza de ceremonia nupcial de Angola. 

Los instrumentos musicales africanos fueron prohibidos por los españoles y por ello nació el Cajón, elemento característico en la percusión de la Samba Landó y de ritmos peruanos como el Valse, el Panalivio y el Festejo, entre otros.

Según los historiadores, este instrumento se desarrolló a partir de las cajas de frutas con las que trabajaban los esclavos en la costa del país suramericano para reemplazar los prohibidos tambores africanos. 

A este se sumó la guitarra y juntos acompañan los cantos de la Samba Landó. La coreografía conocida es una reconstrucción reciente, resultado del trabajo de los investigadores Fernando Ortíz, Edison Carneiro y Nicomedes Santa Cruz, en la que las bailarinas se mueven con un ritmo lento, delicado y elegante.

Conoce más de las danzas latinoamericanas en www.danzaenred.com y a propósito de la Feria del Libro y su país Invitado de Honor, disfruta del 29 de abril al 12 de mayo los mejores contenidos sobre el folclor de esta sorprendente cultura.  



*Directora de Comunicaciones de www.danzaenred.com

Viewing all articles
Browse latest Browse all 14726

Latest Images





Latest Images