William Boyd
James Bond acaba de cumplir cuarenta y dos años. Festeja en soledad un nuevo e inesperado aniversario; en su profesión, cualquier día puede ser el último. Bond es consciente, final-mente, de que el mañana siempre muere.
M le reclama para una nueva misión, esta vez en un lugar desconocido para él: el África negra. Zanzarim, antigua colonia británica, sufre una cruenta guerra civil. El negocio del petróleo divide al país, y un tenebroso personaje, el brigadier Solomon “el escorpión” Adeka, siembra el terror. Con un carnet de prensa de la Agence Press Libre como única presentación, Bond aterriza en el aeropuerto de la capital, Sinsikrou. El MI6 sabe que sólo hay una persona capaz de parar el conflicto: 007.
William Boyd ha sorprendido a propios y extraños al dar vida al mejor James Bond de los últimos sesenta años. Un James Bond de carne y hueso que dejará una profunda huella en los fieles a 007 y que cautivará a los aficionados a los thrillers.
William Boydnació en 1952 en Ghana, y pasó su infancia entre dicho país africano y Nigeria, donde fue testigo de la Guerra de Biafra. Cursó sus estudios universitarios entre Niza y Glasgow y se doctoró en literatura inglesa en la Universidad de Oxford, donde impartió clases. Es miembro de la Real Sociedad de Literatura británica y Oficial de la Orden de las Artes y las Letras francesa.
Boyd ha sido investido doctor honoris causa por las universidades de St. Andrews, Stirling, Glasgow y Dundee. En 2005 fue nombrado Caballero del Imperio Británico. Hoy en día divide su tiempo entre Londres y su casa del suroeste de Francia, donde desarrolla una excelente producción vinícola.