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Tahar Ben Jelloun

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Tahar Ben Jelloun

Por: Antonio Gonçalves Filho

Tomado de la revista Entrelivros (Sao Paulo)

Traducción: Jorge Consuegra (Libros y Letras)

    Este escritor marroquí nació hace más de 60 años, en Fez y ha sido un serio candidato al Premio Nobel de Literatura en los últimos años. Aún son pocos los libros del autor en Brasil, pero eso debe cambiar con la presentación de El último amigo, que se suma a El racismo explicado a mi hija, el más popular, y al conmovedor Los frutos del dolor. Acaba de publicarse Partir, el libro que Jelloun  publicó en Francia que ha tenido muy buenos comentarios. En esta entrevista él habla de la situación de los musulmanes en el mundo globalizado, de la política de Bush en el Oriente Medio y, principalmente, de intolerancia. “Soy pesimista, pero creo que tendremos un futuro mejor si las nuevas generaciones, desde ya, se colocan en guardia contra el racismo”. Sobre la actitud de los hombres-bomba, la considera “más metafísica que política”.

    Hace más de 30 años, Jelloun acompaña la escalada del racismo en una Francia que se pretende internacionalista y se revela cada vez más intolerante con la presencia extranjera. No es diferente en los otros países de la Unión Europea, que toman medidas arbitrarias contra extranjeros en nombre de la seguridad. En todo caso, es para allá a donde van los desarraigados de Jelloun. El último amigo cuenta la historia de amistad entre el cinéfilo soñador Alí y el médico marroquí Lamed, que busca refugio en Suecia después de ser perseguido por el régimen político del rey Hassan II. Partir acompaña las transformaciones de Azael, universitario marroquí desempleado que acepta la oferta de un dandi homosexual español para instalarse en suelo europeo. El próximo libro de Jelloun, Yemma, será una biografía novelada de la madre del autor, víctima del mal de Alzheimer, que vuelve a la infancia y queda obcecada por la idea de encontrar al profeta Mahoma. Como los inmigrantes desarraigados de sus libros anteriores, ese trata de un personaje exiliado en la vida terrena, en un no-lugar perdido en la memoria. Siempre la trágica memoria que persigue a las criaturas de Jelloun.

-          Como los personajes de su libro, usted estuvo preso en un campo disciplinar, acusado de oposición política al rey Hassan II. ¿El último amigo es un libro autobiográfico?

-          No, El último amigo no es una autobiografía, es una novela, una ficción alimentada por la vida, la mía y la de los otros. Un escritor usa todo lo que puede transformar, observa la realidad y después la modifica literariamente. Es verdad que pasé campo disciplinar del Ejército entre 1966 y 1968, pero la historia de los dos amigos es pura invención. Hace mucho tiempo conocí a un periodista cuyo mejor amigo era un gran oncólogo. El día en que supo por boca de ese médico que estaba con cáncer, el periodista le pidió a su amigo que nunca más lo viera o hablara con él. Fue a partir de esa historia que inventé la trama de El último amigo.

-          En el libro El cazador de cometas de Khaled Hosseini que por cierto ha sido suceso en el mundo entero, cuenta una historia parecida a la de El último amigo. Usted cree que la amistad es más importante que el matrimonio en los países musulmanes?

-          La amistad es un sentimiento ideal que debe ser puro, vale decir, no contaminado por los intereses o por el sexo. En la cultura islámica, la amistad entre los hombres es muy importante, pues es imposible tener una relación amigable con una mujer. La amistad masculina es tan fuerte en los países árabes que, cuando invitados a una fiesta o a un matrimonio, las parejas se separan automáticamente. Las mujeres de reúnen en un lado y los hombres en otro. Es una costumbre tradicional que parece no tener mucho sentido en la vida moderna y que privilegia a los hombres. El profeta Mahoma siempre elogió la amistad y él mismo estuvo siempre rodeado de compañeros, consciente de que sólo ellos podrían continuar su obra.

-          Hay siempre un sentimiento nostálgico de Marruecos en todos sus libros y El último amigono huye de la regla. ¿Cómo usted se definiría viviendo tanto tiempo fuera de su país? ¿Cómo un outsider en Francia? ¿Qué significa Europa para usted?

-          Estoy en una posición intermedia entre Europa y Marruecos. No es exactamente una posición confortable, pero es muy importante poder vivir en otros países. . Para mí, Europa es un lugar de libertad, de progreso y de apertura. Marruecos representa las raíces, la infancia. Cada una de esas entidades tienen su valor. Lo ideal sería que Marruecos, preservando su originalidad, fuera un Estado de derecho donde el individuo fuera reconocido y tuviera, en fin, perspectiva. Hay, ahora, una luz al final del túnel con el rey Mohamed VI, un soberano moderno y moderado que decidió hacer que su país ingresara a la modernidad sin abrir la mano de la autenticidad. El ideal también sería que Europa se volviera más generosa, más solidaria, más humana, reconociendo que sus valores no son valores de mercado.

-          Hace algo más de 30 años usted escribió una tesis sobre los africanos del norte que se establecieron en Francia, auxiliado en esa tarea por Jean Genet (La plus haute de solitudes). Usted considera que la citación actual de sus pares es mejor ahora o Europa se está cerrando hacia el continente africano?

-          La inmigración en la cual en mi tesis no existe más. Era la de hombres analfabetos y celibatarios. Hoy, los problemas dicen respeto a la inmigración, pero a los hijos de los inmigrantes. Ellos son franceses, no extranjeros. Mientras tanto, Francia los trata como si ellos fueran inmigrantes. Fue una de las razones de los conflictos de aquel lejano noviembre. Todo cambió. La geografía humana francesa es otra. Francia ya no es más blanca y católica. Pienso que Europa debería desarrollar una política común de inmigración y ocuparse también de los niños que hacen parte de su historia y memoria.

-          En los últimos años usted dedicó su vida a producir libros que explican lo que es el racismo y el islamismo para jóvenes. Esas obras fueron traducidas en diversas lenguas, pero recibieron varios “cortes” en los países árabes ¿Cómo usted reaccionó ante la censura?

-          El mundo árabe es el de la diversidad. Ningún país árabe se parece uno con otro. No hay una reflexión pública sobre el tema del racismo. No es exactamente un tema que ocupe la cabeza de los árabes, tal vez porque ellos piensan que los racistas son los otros. En todo caso, mis libros son sistemáticamente pirateados en Siria, “ellos suprimen trozos que puedan chocar” y vendidos en todo el mundo árabe sin mi autorización ni con la de mi editor. Ciertavez reclamé a un amigo sirio y sabe lo que me respondió: “¿Cómo usted pretende que Siria, que no firmó el acuerdo de Ginebra, sobre propiedad literaria, respete los derechos de autor si ella no respeta ni los derechos humanos?”.

-          Hablando de censura algunos pasajes de El último amigo contiene escenas de fuerte impacto erótico. Probablemente usted no escribiría de la misma forma si viviera en Tánger. ¿Usted diría que los países árabes alimentan una cierta hipocresía en el terreno de la sexualidad, una vez que en ellos se hace mucho sexo y se habla poco de él?

-          Ninguno de mis libros fue censurado en Marruecos. Ni siquiera durante el reinado de Hassan II, mis libros circulaban libremente y eran adoptados en las escuelas secundarias y en las universidades. Cuando dicto alguna conferencia en Marruecos, siempre me reprochan por el hecho de hablar mucho sobre sexo en esos libros. Respondo que no hago nada más que reproducir la realidad marroquí. Los árabes prefieren callar al respecto de esto que se hace clandestinamente. Pero el papel del escritor es el de no reaccionar acerca de eso.

-          Mucha gente apuesta que usted va a ser ganador del Nobel de Literatura ¿Qué piensa de eso?

-          Prefiero no comentar.

-          Antes de volverse escritor usted trabajó como siquiatra en un hospital francés. Cómo explicaría la actitud de los terroristas que atentaron contra las torres gemelas y de los hombres-bomba que aterrorizan el mundo?

-          El suicidio es prohibido es el Islam. Aquellos que dan la vida por el terrorismo asesinan su infancia. No tienen miedo o razón de vivir. Es una actitud más metafísica que política.

-          Usted condenó la política de Bush y de Israel ¿Pero cuál es su opinión de la política de Hamas?

-          Bush legitimó existencia de Hamas. Hamas tiene con todo eso el chance de interrumpir la acción de los terroristas kamikatzes y acabar con la política de lanzar bombas en los restaurantes. Es claro que los palestinos tienen derecho de defenderse si Israel ataca, pero pienso que jamás renunciará al terrorismo.


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