A sangre y fuego, el asesinato de Gaitán de Ramón Manrique, que buen libro, se lo he recomendado a toda mi familia porque un tío abuelo de mi mamá Antonio Rocha Alvira, era el encargado de la Conferencia Panamericana cuyas reuniones se celebraron en el Gimnasio Moderno. El capítulo de la leche para los delegados es lo mejor que he leído en años. Un gran abrazo,
Helena Rodríguez.