Que este año 2014, próximo a iniciarse, les depare buena salud y haga posible todos los buenos sueños que le den sentida a la existencia. Mil y mil felicidades junto a las personas queridas. Muchos éxitos. Edmundo Díaz.
Solo pido en estos días finales un año nuevo. Quizás diga poco, pero es todo lo que queremos. Nada más. Un año nuevo en el que sea posible vivir tranquilo, soñar y descansar más. El trabajo debe apenas ser un propósito para alcanzar una vida plena, medida, sincera, posiblemente feliz. Trabajar, trabajar y trabajar son escenarios dudosos y desconcertantes. Dolorosos, por no decir más. Las horas del delirio deben pasar rápido y debemos encadenarlas para siempre. El éxito y la ventura no se miden por las largas y tediosas horas del trabajo, sino por los días del goce, del silencio, de la vitalidad, del aprender y del dar. Eso quiero para ustedes en el 2014. Más horas para leer y escribir, más para oír buena música, más para conversar y más para soñar, más para que nos veamos y para sentir que la vida no se vive en los bancos, ni en las corporaciones, ni en los gremios económicos, ni en la vergüenza de los multimillonarios, ni del jet set.
Para todos un año nuevo pletórico de buenas ideas, de paz, de luces y vida. Luis Fernando García N.