La tragedia de Belinda Elsner, de Germán Espinosa, un thriller policiaco que se desarrolla en la Bogotá de los años 80, donde campean el crimen y la corrupción.
Por: Berta Lucía Estrada Estrada
Crítica literaria
Germán Espinosa (1938-2007) es uno de los principales escritores colombianos y su obra es determinante a la hora de estudiar la literatura colombiana e hispanoamericana del siglo XX. La tejedora de coronas (1982), su obra más importante, fue finalista en el prestigioso premio Rómulo Gallegos. Además de novelista fue cuentista, ensayista y periodista.
Y si ahora hago referencia a este autor que conocí en mis años universitarios, y que desde entonces se convirtió en un escritor de culto, es porque recibí y leí su novela policiaca La tragedia de Belinda Elsner, publicada en una hermosa y cuidada edición de Panamericana Editorial. Es de anotar que la primera publicación data de 1991 y, como pasa con los buenos vinos esta novela no envejece ni pierde actualidad.
Colombia está muy lejos del éxito que la novela de suspense, también conocida como polar tiene en países como Francia o Suecia. De hecho los pocos autores que he leído, como Fred Vargas (Premio Princesa de Asturias de las Letras 2018) y Henning Mankell (Premio Pepe Carvalho 2006, el cual destaca a los autores de la novela negra) pertenecen a estos dos países; sin olvidar, por supuesto, ni a Olga Tokarczuck (Polonia, Premio Nobel de Literatura 2018) ni a Leonardo Padura (Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015). Estos cuatro autores abordan críticamente la sociedad y el tiempo que les tocó vivir, tal y como lo hace Germán Espinosa en la obra que hoy nos ocupa.
Pues bien, debo decir que La tragedia de Belinda Elsner está a la altura de las novelas de los autores mencionados. Este polar se caracteriza por una concepción de relojero, donde cada elemento nombrado, como el gimnasio privado del protagonista, o como la vendedora ambulante –por no enumerar sino dos de los aspectos desarrollados a todo lo largo de la trama- tienen un papel crucial en la trama y en el desenlace de la novela.
«La tragedia de Belinda Elsner sirve como pretexto narrativo para hurgar en la realidad política y social de ese momento en Colombia; e incluso hace alusión a la Segunda Guerra Mundial y al impacto psicológico que dicha hecatombe dejó en uno de sus personajes.»
También debo decir que al final del libro recordé una de mis primeras lecturas de la novela de suspense, lectura realizada a comienzos de los años 70 del siglo pasado; se trataba de un libro italiano titulado, si la memoria no me falla, La madona del espejo; ya que su protagonista sufre el mismo trastorno de desdoblamiento de la personalidad que vamos a encontrar en uno de los personajes que Espinosa crea para esta obra.
Otro de los aspectos que cabe resaltar es la presencia de la lluvia; una lluvia incesante que cae en las calles grises y violentas del Bogotá de fin de siglo. Y es que La tragedia de Belinda Elsner sirve como pretexto narrativo para hurgar en la realidad política y social de ese momento en Colombia; e incluso hace alusión a la Segunda Guerra Mundial y al impacto psicológico que dicha hecatombe dejó en uno de sus personajes.
Con respecto a la presencia de Bogotá el crítico literario Cristo Rafael Figueroa alude lo siguiente: “(Bogotá) se percibe como emblema de una sociedad en crisis: sus orígenes oscuros y violentos, sus dinámicas sociales paranoides y desestabilizadoras, y sobre todo de tensiones internas que constituyen su modernidad fracturada” (La tragedia de Belinda Elsner, de Germán Espinosa, Panamericana Editorial, 2021, p.179).
La tragedia de Belinda Elsner es una obra muy recomendada; tanto para los amantes del género policiaco como para los lectores que aún no han explorado esta rica veta literaria.
