Parte 2
Libros y Letras se dio a la tarea de preguntarles a periodistas, escritores, analistas y lectores del común sobre el “fenómeno” de E.L. James y sus libros eróticos. A partir de hoy y durante los próximos días estaremos publicando los diferentes conceptos de acuerdo a las siguientes preguntas que les enviamos. Si usted quiere participar con sus respuestas, nos las puede remitir a culturalibrosyletras@gmail.com
1. ¿A qué crees que se deba el fenómeno de Sombras de Grey?
2. ¿Se puede decir que es "literatura erótica"?
3. ¿Cabrá la calificación de "literatura erótica comercial" a este fenómeno?
4. ¿Consideras diferente la literatura erótica de Miller, Flaubert, Nabokov o Lawrence a la de hoy?
Luisa Martínez, lectora.
- El fenómeno se debe a que está escrito para masas, es decir, muchas mujeres se identifican con la protagonista por su perfil de chica "inocente". Además plantea una historia de amor vendida por el cine estadounidense y es la chica simple que se enamora del galán guapo.
- Yo creería que no se puede llamar literatura erótica. El erotismo está ligado a una estética y una búsqueda profunda del ser humano. En este libro la descripción de escenas sexuales puede que atrape al lector, pero esta lejos de describir una estética. Es más bien la narración de sexo explícito y prácticas sadomasoquistas.
- Se aproxima más a esta categoría, pues es claro que vende la idea de narrar escenas sexuales y que vende más la idea de ligar esas escenas al amor, al ideal de pareja donde la chica incio ente, simple, de clase media resulta envuelta en un romance con un millonario guapo que le compra de todo y la involucra en su mundo mágico. Es comercial todo esto.
- Totalmente. Parece que la época de hoy permite que cualquiera escriba libros y se conviertan en fenómenos mediáticos, porque todo es deprisa, los romances, las comidas, la vida en general va a mil y este tipo de libros de lectura rápida, fácil y que enreda en una trama de comedia gringa pero con descripción de los encuentros sexuales calan perfecto en la masa. Sin embargo, creo que quienes son lectores juiciosos siguen considerando que Nabokov maneja una estética que dista de lo que se lee hoy.
