Espacio Odeón se alista para la sexta Feria de Arte Contemporáneo, que este año se realizará del 28 al 31 de octubre y contará con la participación de 15 galerías de España, México, Costa Rica, Bolivia, Brasil y Colombia. El artista brasilero Marlon de Azambuja estará con su instalación Air and light and time and space.
En el arte, el que no toma riesgos no crece. Si esa misma idea se aplica a una ciudad, entonces una urbe que no asume el riesgo de darle cabida al arte ni concibe nuevos espacios creativos se queda rezagada ante el mundo.
Espacio Odeón, el centro cultural que abrió sus puertas en el 2011, le apuesta a la ciudad al ser una alternativa tanto como escenario permanente de nuevos artistas como a la realización de una feria que impulsa las artes actuales y sirve como plataforma para la intervención y la investigación artística.
Este año esa feria llega a su sexta edición y se realizará entre el 28 y el 31 de octubre cuando galerías de siete países se den cita en el emblemático edificio de la esquina de la calle 13 con cra. 5ª, en pleno corazón de Bogotá, para recibir a los amantes del arte con las obras de más de 50 artistas invitados.
Durante cuatro días Odeón será el punto de referencia para conocer el trabajo de estos artistas internacionales y nacionales, que se caracterizan por crear un nuevo modo de pensar el arte contemporáneo, lo que sumado a la arquitectura propia de la sede de Odeón e incluso a las historias que parecen contar los ladrillos del edificio construido en 1938, lo convierten sencillamente en un antojo irresistible para los sentidos.
En esta especie de “feria boutique’ se podrán observar no solo las obras de los artistas, sino también performance, música, una librería, un restaurante, un bar y todo un componente de manifestaciones artísticas en un mismo espacio.
“La feria busca dar a conocer nuevos espacios y galerías que están cambiando la forma de interactuar con el mercado artístico y apoyar galerías, con muy buen criterio, que están trabajando exclusivamente en el arte contemporáneo con proyectos arriesgados”, explica Tatiana Rais, directora de la Feria y de Espacio Odeón.
Al hablar de lo que ofrece el evento este año, la directora destaca inicialmente la instalación del brasilero Marlon de Azambuja (Porto Alegre, 1978), un artista de amplia trayectoria, radicado en España.
En su instalación Air and light and time and space, nombre inspirado en un poema de Charles Bukowski y creada exclusivamente para el Espacio Odeón, establece una estructura de conexiones usando la metáfora de la luz como símbolo creador para preguntarse por qué algunas ideas aparecen y brillan y otras fracasan y no se transmiten.
“Es algo nunca antes visto en Colombia, una producción increíble que vale la pena resaltar”, asegura la directora sobre la obra que se expondrá desde el 22 de septiembre hasta los primeros días de noviembre.
Entre otros proyectos que participan está la galería Nube de Bolivia, Rincón Projects de Bogotá y Lokkus de Medellín. De Nube hay que destacar que es una galería que nace de un espacio independiente, Kiosco que se enfoca en desarrollar residencias artísticas y otro tipo de exhibiciones y programas educativos. Toda una experiencia para artistas y visitantes.
“Experiencia”, esa es una palabra clave en la Feria Odeón, porque el interés de los organizadores va mucho más allá de vender obras de arte, aunque no se puede desconocer el crecimiento en ventas –en el 2015 superó los 200 mil dólares– que se ha dado a través de los años.
La experiencia de los artistas y los asistentes a la feria empieza con el espacio no convencional donde se realiza, muy distinto a los recintos feriales, sigue con la cuidadosa selección de las galerías participantes y del acompañamiento curatorial a los proyectos y termina con los precios, que son más asequibles que en otras ferias.
Todo esto convierte a Odeon Feria de Arte Contemporáneo en una excelente alternativa como lo afirma la también arriesgada y valiente directora: “Desde un comienzo quisimos generar un circuito en Bogotá, para que esos últimos días de octubre la capital viviera una semana de arte. Ahora hay una buena cantidad de circuitos, galerías y exposiciones, y eso es bueno porque logra que todo el mundo tenga el arte en la cabeza”.
