Noches de Tenochtitlán
Por Ramiro Lagos
Tenochtitlán, testigo, es de la noche triste
de Cortés derrotado por terribles aztecas,
cuerpo a cuerpo luchando contra los invasores,
de su tierra y su templo con coléricas flechas.
Fue noche triste otrora para el gran Moctezuma
que cae prisionero y es víctima de tretas
y de creer, en vano, en los divinizados
que llegan a su imperio a bendecir su tierra.
Fue en el templo sagrado del sacrificio humano,
donde verse al imperio agachar su cabeza
al ver caer cervices de la arrogancia hispana,
al ver caer caballos cercenadas sus testas.
Fue desigual la lucha contra imperiales huestes
dotados de armaduras y fogosas ballestas
pero huyeron del campo de batalla en derrota
y fue triste su hito y fue triste su afrenta.
Con tambores de pieles de místicas serpientes
la serpiente emplumada celebra la proeza
del triunfo de los indios mientras la noche triste
de Cortés y Alvarado, aumenta su tristeza.
Tenochtitlán y el templo se sienten defendidos
por Cuauhtémoc cual líder con los indios en guerra.
Pero más tarde cae, para quemarlo vivo
y fue su fin fogoso, ya convertido en tea.
Pero la noche triste de Cuauhtémoc entre llamas
los mexicas la sufren con rayos y centellas
sufriendo el sacrificio más cruel de la conquista,
mas convertido en mártir, el pueblo lo venera..