Argentina.
“Consumirse en una tierra imposible bajo un cielo indiferente”,
Samuel Beckett
Nueva propuesta con dramaturgia y dirección de Rubén Pires, inspirada en la premiada novela La apicultura según Samuel Beckett del escritor francés Martín Page, protagonizada por Carlos Weber y Carlo Argento.
Funciones: a partir del 25 de junio, todos los sábados a las 19 hs. Tel. / en el Teatro La Comedia, Rodriguez Peña 1062 7 Informes: 4815-5665
La figura del escritor irlandés, obra con la cual el director y dramaturgo Rubén Pires viene indagando hace años (actualmente presenta “Esperando a Godot” y “No Yo”, ambas de Beckett, en El Tinglado), capturó por completo su curiosidad artística. Además de presentar dos obras del dramaturgo, también estrenará en paralelo “Beckett y el mundo de las abejas”, adaptación teatral que realizó de la premiada novela “La apicultura según Samuel Beckett”, del escritor francés Martín Page. Se trata de una experiencia lúdica que nos propone un acercamiento más íntimo a la vida del autor. Un espectáculo que aborda temáticas tales como la creación literaria, el rol de los investigadores teatrales, junto con la veracidad, o no, de los famosos archivos de la vida de los artistas. Con una puesta en escena cuyo eje es dejar a la vista del espectador sus propios procedimientos, el lenguaje transita entre lo cotidiano, lo académico y lo poético. Cuenta la historia un vínculo de amistad entrañable donde ambos protagonistas intercambian acontecimientos y pensamientos en torno a lo humano; siempre a través del humor: esa potencia que abre las sendas de una reflexión profunda respecto de la existencia.
Sinopsis
Se encuentran, entre los archivos de Beckett rescatados de un incendio en la universidad de Reading, el diario personal de un asistente de Beckett. Esta es la semilla de una trama que se va construyendo a partir de una serie de episodios que nos develan a un Beckett lúdico, apasionado por el arte culinario, amante de la buena música y un crítico despiadado contra él mismo y contra los formalismos académicos. El estudiante de antropología, en un principio contratado por Beckett para que lo ayude en la tarea de organizar sus archivos con el fin de ser enviados a diversos centros de estudio de su obra, se convierte en un fiel acompañante. Y así es como, cual Quijote y Sancho Panza, parten en busca de excentricidades en las calles Paris. Parece que allí acaba la aventura pero no. Beckett recibe un llamado en el que le informan que se pondrá en escena “Esperando a Godot” en una cárcel de Suecia. Un nuevo abanico de situaciones se abre para que estos dos seres tejan entre ellos una profunda amistad. Mientras ocurre todo esto, Martín, el estudiante, avanza en la escritura de su tesis y describe en el mencionado diario las experiencias que acontecen entre él y Samuel Beckett.
“Ante el cambio de paradigmas que nos acarrea la posmodernidad el universo de las obras de Beckett se despliega estéril, seco, polvoriento, burlón y brutalmente irónico sobre nuestra forma de transitar la existencia. El desafío, entonces, consiste en cómo encarar esa estructura teatral. Y para ello, ahondamos en la lingüística pragmática: aquello que los personajes hacen cuando dicen lo que dicen. Nos encontramos con un autor que desconfía de lo que las palabras tienen para decir como denotadoras de la realidad y nos propone otras vías para develar lo que está detrás de ellas. Nos propusimos poner en escena el material desde la profundidad de un lenguaje entrecruzado con él mismo y con el mundo. De un lenguaje que solo da indicios de sus secretos. La conversación es el irónico campo de batalla donde transcurre la existencia. Hablo, luego existo. El material está atravesado por un espíritu clásico y desacartonado”, Rubén Pires