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Cuadro de Frida Kahlo alcanza precio récord para el arte latinoamericano

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No. 7412 Bogotá, Lunes 16 de Mayo de 2016 

Por: Constanza Troncoso M. / Tomado de La Tercera / Chile.


La obra Dos desnudos en el bosque de la pintora mexicana se vendió por más de 8 millones de dólares anoche, en la subasta de arte moderno de la casa Christie's en Nueva York. Un precio histórico que la convierte en la artista más cotizada de América Latina.

Una mujer de piel clara reclina su cabeza sobre las piernas de una mujer morena, ambas desnudas reposan en un paisaje natural surrealista donde un mono las vigila. Dos desnudos en el bosque (1939) bien podría representar la sexualidad ambivalente de Frida Kahlo o, quizás, el enlace entre las raíces europeas y latinas de la pintora. Las mismas dos figuras desnudas aparecen en una pintura anterior de la misma artista, Lo que el agua me dio (1938). No está claro si alguna de esas mujeres es Frida.

El vasto y enigmático componente simbólico de la imagen, sumado a la escasa cantidad de obras originales de Frida Kahlo que existen, vuelven tan valiosa a esta pieza. El cuadro de tan solo 30 x 25 cm fue subastada en más de 8 millones de dólares (sobre 5.000 millones de pesos chilenos) anoche, en la venta de arte moderno e impresionista de la casa Christie's en Nueva York. Un precio histórico en subastas de arte para obras latinoamericanas.

Esta venta récord posiciona a Kahlo como la artista mejor vendida de América Latina, lugar que anteriormente había ocupado hasta 2008, cuando la pintura Trovador de su compatriota Rufino Tamayo facturó 7,2 millones de dólares. La marca previa impuesta por Frida Kahlo fue en 2006 con el cuadro Raíces y era de 5,6 millones de dólares.

Dos desnudos en el bosque fue obsequiada por la artista a Dolores del Río, una de las primeras actrices mexicanas que triunfó en Hollywood. Tras su muerte pasó a manos de su marido, quien la subastó por Christie's en 1989, cuando fue adquirida por la coleccionista Mary-Anne Martin. El nombre del nuevo dueño todavía no es revelado.

Por un acuerdo previamente pactado, la obra formará parte de la exposición Pintar la revolución: el modernismo mexicano, 1910-1950, que comenzará en octubre en el Museo de Arte de Filadelfia en Estados Unidos, y luego se trasladará al Palacio de Bellas Artes de México.


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