Colombia.
Caminá pa’l Centro; el Centro tiene su cautivo encanto. Disfrutá sus calles, gozá con la gente. Este viernes, 22 de abril, distintas entidades tienen para la ciudad una amplia oferta cultural, educativa, ambiental y comercial. Caminá, déjate seducir por sus historias y misterios. Pa´l Centro, el barrio de todos.
Nos vimos en la esquina, en el café, en el cine, en la playa, en el bar. Crecimos juntos y ahora es hora de salir a caminar, de bailar, de ver, de tocar, de soñar y hacer, de coquetearnos; llegó el momento de una complicidad colectiva, de la conspiración amorosa, de enamorarnos y de convivir; hacer vida juntos en esta casa, en el barrio de todos que es el Centro.
El Centro oculta y devela, cuenta y calla en su encanto mágico, encanto que le ponemos todos. Uno que perdura y no abandona, el mismo de la ciudad, la de hace 80 años. El mismo de hoy en un territorio amplio en el que el Centro no cede.
Probemos a salir juntos el 22 y a encontrarnos en una cita romántica con la ciudad, con el Centro, con su día y su noche. Con sus edificios, parques, museos, teatros, universidades, centros comerciales y culturales. Probemos ser y creer, probemos dejar ser y ser todos en plural, juntos.
El 22 de abril es el Día de la Tierra, víspera del Día del Idioma y del Día del Niño, nos citamos a que colectivamente nos veamos y dejemos a un lado temas menores como presupuestos para montar un programa juntos, aprovechando nuestros encuentros históricos, y la más reciente invitación de la Universidad de Antioquia a -como organizaciones- unirnos por este amor común, por esta pasión encontrada: El Centro de Medellín, uno histórico y tradicional.
Caminá pa’l Centro, vamos a compartir, a jugar y crear; a apropiarnos de este lugar, a apropiarnos de nosotros mismos sin ese afán que a veces no nos permite disfrutar de lo que es nuestro, de lo simple, de nosotros mismos. Tendremos al menos 30 organizaciones asociadas gravitando por un interés común. Serán 14 horas de programación con eventos instalados y otros itinerantes, artistas en escena y ningún contrato distinto a la mirada, a la palabra, al gesto o al deseo mágico de caminar juntos hacia una realidad construida colectivamente.
