Por: Víctor Ogliastri/ Bogotá. Ayer, abrió sus puertas la que ha sido considerada pilar fundamental para el desarrollo de las actividades docentes y de investigación del Instituto Caro y Cuervo: la Biblioteca Rivas Sacconi. Esta queda en la renovada y hermosa edificación Rivas Sacconi, contigua a la Casa Cuervo en el antiguo barrio de La Candelaria en Bogotá, algo que parecería insólito en este siglo 21 de tecnología digital está sucediendo. El Instituto Caro y Cuervo pone a disposición de todos los interesados su Biblioteca Rivas Sacconi, especializada en lingüística general y española; filología románica; crítica literaria y literatura colombiana, hispanoamericana y universal con algo más de 5.000 volúmenes.
Su nombre es un homenaje a quien fuera su director durante algo más de tres décadas: José Manuel Rivas Sacconi y a quien se le debe también, la construcción de la sede del Instituto en Yerbabuena, así como la organización y dotación de la Biblioteca.
Hasta el año de 1959 del siglo pasado, los investigadores utilizaban para el desarrollo de sus trabajos, los fondos disponibles en la Biblioteca Nacional de Colombia, sede del Instituto hasta ese año, cuando contando con 21.730 libros y 8.000 fascículos de revistas, la Biblioteca se traslada a su nueva sede en Yerbabuena junto a las demás dependencias del Caro y Cuervo y donde la OEA asesora la reorganización de sus colecciones con las más modernas técnicas bibliotecarias conocidas en ese entonces.
Allí continúa la labor. Allí van en constante peregrinaje investigadores y estudiantes para encontrar las claves la palabra escrita. Allí también cohabitan en perfecta armonía, las Colecciones Especiales del Caro y Cuervo, conformadas por cartas, manuscritos y libros de ilustres personajes e investigadores colombianos de los siglos 19 y 20 y de acceso restringido pero entendible, si pensamos que la fina caligrafía de Soledad Acosta de Samper se codea con la de Rufino José Cuervo, Miguel Antonio Caro y Rafael Martínez Briceño, entre otros, y que celosas manos debidamente protegidas, preservan estos materiales con más de 100 años de antigüedad, del inexorable paso del tiempo.
La Nueva Sede
Con vecinos ilustres como la Biblioteca Luis Ángel Arango y la Biblioteca Roberto García Peña que funciona en la casa del Ciudadano Eduardo Santos, la sede de la Rivas Sacconi con sus 189 metros cuadrados y dotada de amplios espacios para consulta y lectura, cumple también con la visión con la que fue creada: ser una de las principales bibliotecas especializadas del país, líder en la prestación de servicios y recursos de información en las áreas de lingüística y literatura y fuente de consulta permanente para estudiantes, investigadores, profesores y empleados del Instituto así como de otras entidades interesadas en los temas mencionados y al público en general.
Sede Centro. Calle 10 No. 4- 87: Lunes a viernes: jornada continua 10:00 a.m. - 5:00 p.m.
Sede Yerbabuena. Kilómetro 24 Autopista Norte: Lunes a viernes jornada continua 8:30 a.m. - 4:45 p.m.
