Por: Omar Castillo
Colombia vive entre paréntesis, un paréntesis que puede concluir con una coma, un punto y coma o, un punto aparte, es decir, un punto que nos ofrezca la posibilidad de construir un presente donde sea posible una mayor participación de quienes componemos la nación. Este entre paréntesis no es un limbo, es una violenta realidad con raíces desde los inicios de la formación de nuestra nacionalidad, y de la que no podemos sustraernos. Participar de esta realidad significa tomar conciencia desde ella e iniciar la construcción de un presente.
Los poetas, los escritores y los artistas nos olvidamos que el ego es una fuente personal, útil en el proceso creador, pero que en las relaciones sociales este ego es estorboso, solo sirve para promover la desidia y el menosprecio. Además impide que, de forma higiénica y coherente, tengamos relaciones que podrían intervenir en los procesos que posibiliten el entendimiento en una nación tan compleja y dividida como lo es la nuestra. La desidia solo ha permitido mantenernos en las márgenes de la realidad, imprimiendo, cada uno, sus energías en el reducto de su ego.
Me atrevo a creer que el oficio del poeta, del creador, no es el de imponer una sola visión del mundo, del cosmos, si no el de hacer posible, con sus obras y sus acciones, compartir una manera de ver, pues no se termina de ver lo que se ve.
Publicada inicialmente en Imaginario de El Mundo el 29 de enero de 2000. Creo que su contenido sigue vigente en nuestra realidad colombiana.
Omar Castillo, Medellín, Colombia 1958. Poeta, ensayista y narrador. De sus libros publicados son de señalar: Huella estampida, obra poética 2012-1980, donde reúne sus libros de poemas publicados en sus más de 30 años de creación poética (Medellín, 2012), el libro de ensayos En la escritura de otros, ensayos sobre poesía hispanoamericana (Medellín, 2014) y el libro de narraciones cortas Relatos instantáneos (Medellín, 2010). Desde 1985 dirige Ediciones otras palabras.
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