Por: Luis Condori / Tomado de La República / Perú.
La escritora peruana publicó un nuevo libro de cuentos. Tres historias que nos muestra lo duro que es la realidad para algunas
Ella ríe, mira fijamente, mueve las manos en cada respuesta... Vuelve a reír. Susanne Noltenius contrasta esta risa con los problemas de los tres personajes (una mujer divorciada, una casada y una soltera) de su libro de cuentos "Tres mujeres" (Animal de Invierno). Personajes que están envueltos en diferentes situaciones, donde se nos muestra ese lado pocas veces explorado. Lados que nos llevan de la mano a la tristeza, al sacrificio y pocas veces a la risa.
-Uno de tus personajes del segundo cuento se llama Alonso. Es un profesor de literatura y escritor. ¿Fue por Alonso Cueto?
-Sí, sin duda. Es un personaje que aparece muy poco en el cuento, pero es un tributo que yo quise hacerle a Alonso. Yo no tengo una formación literaria. Yo soy administradora de empresas, y todo lo que aprendí para poder escribir lo sé de la escuela de escritura de Alonso Cueto e Iván Thays,
-¿Cuánto te aportaron ellos?
-Todo. Antes ya había intentado escribir pequeñas crónicas. Todo lo que aprendí en la escuela fue lo que me encaminó. No sabía nada de técnicas. No sabía cuáles eran los referentes que mejor me iban a ayudar. Y todos esos autores los descubrí en la escuela.
-¿Y este libro tiene algo de los libros de Cueto?
-No. Alonso es más novelista. Mis referentes más inmediatos son los cuentistas de un estilo más minimalista: Alice Munro, Raymond Carver.
-En el primer cuento escribes acerca de una mujer divorciada, que pasa por problemas con su expareja. Eso es muy limeño.
-(Risas). Eso es muy limeño. Supongo que es la realidad que podrían enfrentar muchas mujeres divorciadas, no solamente en Lima sino en otros lugares. Un divorcio puede ser algo tortuoso, y ponerse de acuerdo con la expareja sobre los temas de los hijos también lo puede ser.
-Y también el de rehacer tu vida.
-Sí. En esa historia, ella no se plantea cómo rehacer su vida. Está más enfocada en el tema sobre los hijos, uno de los temas en general de esa historia, que la maternidad es la prioridad y una se posterga.
-Claro, es como anularte. Como si el fin para sentirte desarrollada fuera a través de tus hijos y no de ti.
-Creo que los personajes de las tres historias están justamente en ese momento en que se están planteando qué viene después de los hijos. Y no solamente ligado a sus vidas como profesionales, muy importante para ellas.
-En el segundo cuento, Marcela tiene algo diferente a Lorena. Ella sí quiere hacer una vida con alguien. Conoce a una persona, se enamora, lo sacrifica por sus hijos, por estar con ellos, pero pasan los años y ella es golpeada por la indiferencia. ¿Eso representó algo muy íntimo para ti?
-Sí. Yo creo que es una pregunta grande para las mujeres que tenemos hijos adolescentes. Indudablemente en todas mis historias siempre hay contenido autobiográfico. Hay sentimientos encontrados. Es un momento importante en la vida de una madre.
-Y en la realidad, ¿cómo has lidiado con eso?
-Hago malabarismo y siempre se me cae alguna bola.
-¿Sigues casada?
-No. Estoy divorciada.
-Podemos decir que Marcela...
-Voy a recurrir a una frase de Almodóvar. Él dijo hace más de un año que se escondía detrás de sus personajes de película. Y yo siempre estoy en los personajes de mis cuentos. Obviamente, hay mucha ficción. Si lo cuento tal cual, a nadie le va a interesar. Sería muy aburrido.
-Entonces puedo intuir que tienes un amor perdido en el tiempo.
-Creo que todos tenemos alguna historia que se quedó en el camino.
-Y que nunca han vuelto.
-Nunca han vuelto.
-Ni por correo.
-(Risas). Ni por correo.
